Luis Fernández apuesta por una televisión plural, independiente y competitiva

Recuperar la credibilidad social, reforzar la independencia política y lograr la viabilidad económica son los tres objetivos que se ha marcado el futuro presidente de RTVE, el periodista Luis Fernández. Junto a los otros siete miembros del Consejo de Administración que debe designar el Congreso de los Diputados, Fernández compareció ayer en la comisión consultiva de nombramientos -donde los portavoces de los distintos grupos parlamentarios examinaron a los candidatos- para defender una televisión moderna, plural, objetiva y competitiva.

"Me pongo la camiseta de RTVE y del servicio público", anunció Fernández al exponer los principios que regirán su mandato de seis años al frente de la radio y la televisión estatal. Y prometió: "Me voy a dejar la piel en esto" para que sea "un referente de calidad". Tras elogiar el "consenso insólito" logrado para su nombramiento por los dos principales partidos (PSOE y PP), el futuro presidente de la Corporación hizo una férrea defensa del servicio público y dijo que ésta era "una oportunidad de oro" para avanzar en el proceso de modernización.

Durante tres horas y media, los ocho consejeros propuestos por los grupos políticos y los sindicatos mayoritarios que debe nombrar el Congreso defendieron sus candidaturas y esbozaron su modelo de televisión pública. En una sesión de guante blanco, abrió la ronda Jesús Andreu (propuesto por el PP), al que siguieron Teresa Aranguren (IU), Francesc Belmunt (ERC), Manuel Esteve (PP), Luis Fernández (PSOE), Héctor Maravall (CC OO), Santos Miguel Ruesga (UGT) y Miguel Ángel Sacaluga (PSOE). Fernández, que llegó en vespa al Congreso, concitó la máxima atención, aunque eludió ponerse el cartel de presidente hasta la votación del próximo jueves. No habrá sorpresas, ya que la candidatura ha sido consensuada.

Con tres décadas de trayectoria en los medios audiovisuales (Cope, SER, Canal +, Tele 5 o Promofilm, productora vinculada a Globomedia), Fernández será el primer presidente elegido por el Parlamento. En su comparecencia, apostó por una radiotelevisión pública "libre e independiente" que sirva de estímulo a los medios audiovisuales "desde la calidad y la innovación" y defienda "a rajatabla" los valores democráticos.

Examen puntilloso

Tras las felicitaciones de rigor, los diputados desplegaron un minucioso cuestionario para conocer su programa de gestión: desde el papel de los centros territoriales al futuro de Ràdio 4 (la emisora de RNE en catalán, amenazada de cierre), pasando por la subcontratación de programas o la receta para recuperar la audiencia. Fernández abogó por la producción propia, el mantenimiento de la estructura territorial y la supervivencia de Ràdio 4. Al explicar su postura sobre el pluralismo informativo recordó su máxima: "En caso de duda, hacer periodismo".

A la hora de interrogar a los comparecientes, el portavoz del PNV, José Ramón Beloki, fue especialmente puntilloso. Preguntó por los centros territoriales, la programación infantil, la telebasura, el plurilingüismo y la emisión de programas en catalán, vasco y gallego. Quiso saber si los 1.200 millones de euros de presupuesto que RTVE tendrá el próximo ejercicio serán suficientes. Y planteó cómo va a evolucionar la dimensión de la plantilla, tras la salida de más de 4.000 trabajadores. El portavoz socialista preguntó a todos los candidatos si comparten los valores (independencia, pluralidad, servicio público) recogidos en la nueva ley de RTVE.

Jesús Andreu se mostró a favor de una televisión "de todos y para todos", garante de la calidad, que no agreda, ni insulte, ni sea "esclava" de las audiencias. Dijo que todas las televisiones son servicio público "aunque algunas parecen haberlo olvidado". La periodista Teresa Aranguren, que hizo alusión a los 15 años que ha trabajado en Telemadrid, se definió "ferviente defensora" de los medios públicos. Tras lamentar el "traumático" expediente de regulación de empleo en marcha, dijo que TVE no debe ser "un medio elitista y sólo para minorías" sino que ha de buscar el liderazgo en dos terrenos: la información y el entretenimiento.

El director de cine Francesc Belmunt no pudo evitar la alusión a la película Doce hombres sin piedad al hacer referencia a los 12 integrantes del Consejo de Administración. "No debemos equivocarnos para conseguir la reforma", dijo.

Jesús Esteve, vinculado durante más de que 30 años en TVE, dijo que la radio y la televisión estatal son un servicio público porque son del pueblo. La diputada de IU Isaura Navarro cuestionó esta premisa al recordar que Esteve preside el Grupo Operativo de RTVE, en permanente comunicación con el secretario general del PP, Ángel Acebes. Héctor Maravall abogó por reforzar la atención de TVE a los mayores y anunció que pese a haber sido propuesto por CC OO defenderá los intereses generales. Santos Miguel Ruesga, candidato de UGT, tomó la bandera de un servicio publico "independiente, neutral, objetivo" y motor de la innovación tecnológica y el desarrollo de la televisión digital terrestre.

En la misma línea, el periodista Miguel Ángel Sacaluga (que repite como consejero) sostuvo que RTVE está en la pool position de la oferta digital y aspiró a que los ochos canales estatales de televisión digital terrestre logren al menos el 25% de la cuota de pantalla, si bien denostó la "obsesión" por las audiencias.

Para el nombramiento de los consejeros es necesaria una mayoría de dos tercios. De momento, la comisión consultiva de nombramientos juzgo ayer "positiva" la idoneidad de los aspirantes, según dijo el presidente del Congreso, Manuel Marín, al término de la sesión. La tesis del PNV es que "doce personas idóneas pueden constituir un consejo no idóneo".

Por su lado, el Senado votará hoy a los consejeros Rosario López Miralles, Mari Cruz Llamazares, Josep Manuel Silva y Andrés Martín Velasco, que comparecieron en la Cámara alta la semana pasada.