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Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Chispa mediterránea

SAL DE MAR, un restaurante revelación en Denia

José Carlos Capel

Qué está sucediendo en la cocina de la Comunidad Valenciana? ¿Por qué resulta tan llamativo el despegue de jóvenes con talento? Tras el rastro de los tres grandes -Quique Dacosta (El Poblet, Denia), Raúl Aleixandre (Ca Sento, Valencia) y Sergio Torres (El Rodat, Jávea)- siguen apareciendo nuevas figuras que se vislumbran futuros cracks del oficio. Si en 2005 irrumpió con fuerza Sergio Camarena (Arrop, Gandía), 2006 ha propiciado la consolidación de Vicente Patiño, de 29 años.

Patiño posee técnica, sensibilidad y una irrenunciable fidelidad a sus raíces. Virtudes capaces de convertir lo regional en vanguardista y lo cotidiano en elegante. En sus propuestas, muy ligeras, siempre la chispa mediterránea, la memoria del mar y la tierra. De los caldos de verduras y pescados, que reduce y clarifica hasta la transparencia, obtiene fondos de plato sensacionales, y de los pescados de la lonja próxima, que marina en sal de forma fugaz para concentrar sus sabores y mejorar las texturas, la materia prima de muchas de sus propuestas.

La Posada del Mar

7,5 Hotel La Posada del Mar. Plaza Drasanes, s/n. Denia (Alicante). Teléfono 966 42 77 66. Cierra: martes. Entre 45 y 50 euros. Menú del día (lunes a viernes), 20 euros. Distintos menús a 22, 39 y 42 euros. Calamar de playa a la parrilla, 9,80. Salmonete de roca con jugo de algas, 18. Cordero a la piña, 18,50. Melón, tomillo, chocolate, 7.

Pan ... 6

Café ... 8,5

Bodega ... 6,5

Ambiente ... 6

Aseos ... 6,5

Servicio ... 7

Patiño disfruta contraponiendo sensaciones primarias. Así sucede en su bonito en salazón, con taquitos de melón (dulce), tomate (ácido) y germinados de guisantes (amargo). Y se divierte armonizando gustos yodados y vegetales, como el hígado de rape con jugo de pimientos asados, o como las dulzonas gambas de Denia bajo velo ferruginoso de acelgas, o como las galeras con patatitas y jugo de fessols i naps con frutos secos. Complejidad en la sencillez, algo que sólo logran los profesionales dotados.

Parte de su carta es un homenaje al recetario tradicional transformado en contemporáneo. En esa línea se encuentran la sepia con patatitas y gazpachuelo, y el huevo con olleta de melva, migas a la sobrasada y un extracto de salazones convertido en caldo. Fracasa -qué paradoja- con el arroz de hinojo, caballa y ajos tiernos, ingredientes que no están integrados. Sin embargo, vuelve a pisar alto con la lubina a la albahaca, la paletilla de cordero al jugo de piña y el cochinillo con calabaza.

10

COMER Nomenclátor:Puntuación de 0 a 10Buena relación calidad / precioCEstablecimiento con encanto

-10

Comedor del restaurante Sal de Mar, del chef Vicente Patiño, en la localidad alicantina de Denia
Comedor del restaurante Sal de Mar, del chef Vicente Patiño, en la localidad alicantina de Denia

UNA CARTA MUY ORIGINAL

SAL DE MAR es un restaurante que trabaja de manera independiente del hotel en el que se encuentra, frente por frente a la lonja de Denia. Además de la carta, a diario ofrece varios menús, algunos de ellos de precios irrisorios para lo que comportan. Por 22 euros, el de arroz incluye dos entrantes y un plato de arroz; el menú Sal de Mar (39 euros), tres entrantes, ?ración de pescado y ? de carne, y el menú degustación (42 euros), cuatro entrantes, un plato de pescado y otro de carne. Todos con postres.La carta de Sal de Mar, muy original, aparece dividida en cuatro apartados. El grupo Tradición agrupa platos de siempre (calamar de playa a la parrilla, jamón ibérico); el listado Innovación, recetas creativas servidas en medias raciones; el capítulo Producto, platos de pescado y de carne, y el que se denomina Cultura, especialidades de arroz (siete variantes) y de legumbres.Con los postres, Patiño se mantiene en la misma línea de lo salado. Prepara dulces ligeros, parcos en azúcar, con constantes alusiones al entramado goloso de la tierra, en los que intervienen frutas y confituras, helados de cítricos, chocolate y frutos secos. Ratifican su nivel el capuchino de turrón a la lima y el melocotón al tomillo con chocolate, sugerencias que convierte en tentaciones.No menos original resulta la bodega, que sin ser extensa contiene marcas de relieve agrupadas de forma divertida. Del servicio de sala, coordinado con acierto, se ocupa Constantino Kotropoulos.

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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