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Las cuentas del Gobierno

El PSE justifica el pacto presupuestario como una aportación de "sosiego" al proceso de paz

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, salvará este año por segunda vez consecutiva los presupuestos de su Gobierno en minoría con el apoyo de los socialistas vascos. Las cuentas, que suman más de 8.700 millones de euros, pasaron ayer su primer trámite con el rechazo en el Parlamento de las dos enmiendas que pedían la devolución del proyecto, mantenidas por el PP y EHAK, y la retirada por los socialistas de la suya, tras alcanzar la noche del jueves un acuerdo con el Ejecutivo, que el PSE justificó ayer, además de su aspecto económico, como su contribución a "la estabilidad y el sosiego" políticos necesarios para poder llevar adelante el proceso de paz.

Ibarretxe ha buscado de nuevo el pacto con los socialistas, una situación a la que ambas partes han llegado en buena medida obligadas por el acuerdo sellado por el PSOE y el PNV en las Cortes sobre los Presupuestos Generales del Estado. La alianza con el PSE también consolida a los socialistas como aliados necesarios para la gobernabilidad de Euskadi.

Los acuerdos suponen 53 millones para políticas sociales, educativas y de vivienda y 50 millones más para los ayuntamientos
Ibarretxe saca adelante por segundo año consecutivo las cuentas de su Gobierno con el apoyo de los socialistas
La 'vicelehendakari' considera el pacto "satisfactorio y positivo" y reprocha al PP y a EHAK sus "otros intereses"

A diferencia del año pasado, cuando los socialistas apoyaron también las cuentas del PP en la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, el acuerdo con el Ejecutivo se produjo un día después de que el diputado general alavés, el popular Ramón Rabanera, tuviese que retirar su propio proyecto de presupuestos por falta de cualquier apoyo y de que el PSE y el PNV se pusieran de acuerdo para regir desde la oposición el urbanismo de la ciudad, desalojando de la presidencia del organismo municipal que lo dirige al concejal popular Jorge Ibarrondo, mano derecha del alcalde, Alfonso Alonso.

El debate parlamentario transcurrió ayer en un tono de normalidad total y con escasos argumentos al margen de lo que se debatía. También quedó fuera toda discrepancia sobre el alcance del acuerdo, a diferencia de lo ocurrido el año pasado, cuando los miembros del tripartito minimizaron su importancia nada más presentarse y ambas partes manejaron cantidades diferentes sobre su cuantía económica.

"Alternativa de Gobierno"

En esta ocasión, el pacto ha incluido una escenificación unitaria y tampoco a los grupos del tripartito parece haberles dolido tanto esta vez tener que acceder a ese acuerdo con los socialistas.

El PSE argumentó que el acuerdo constituye una contribución importante de su parte a "la estabilidad y el sosiego" precisos para profundizar en la dinámica de "un nuevo tiempo político de diálogo y entendimiento" abierto con la llegada del PSOE al Gobierno central, y en especial con el establecimiento de la "hoja de ruta del proceso de paz" por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Los socialistas otorgaban así un alto valor político a su pacto con el tripartito, cuya situación minoritaria puso de manifiesto su portavoz en el debate, Joana Madrigal. "Frente a un Gobierno en minoría, incapaz de sacar adelante sus políticas, una vez más le toca al PSE ocuparse desde la oposición de los problemas del país", recalcó. El acuerdo responde a una estrategia, indicó, que busca tranquilizar la vida institucional y enderezar el rumbo político vasco. La parlamentaria socialista dejó entrever además que ésta es la fórmula que su partido ha considerado más eficaz para visualizar su opción como "alternativa de gobierno". "No nos conformamos con criticar", destacó.

La reedición del pacto presupuestario confirma al PSE como aliado necesario del tripartito, una imagen que parece compensar a los socialistas las cesiones que han tenido que realizar con respecto a las exigencias que plantearon inicialmente en la negociación.

Críticas del PP y EHAK

El PSE aspiraba en principio a mover 500 millones de euros, entre modificaciones de partidas e incorporación de ingresos extraordinarios. El alcance del acuerdo se limita finalmente a 103 millones. De ellos, 50 millones tendrán por destinatarios directos a los ayuntamientos, según el acuerdo paralelo el presupuestario que el PSE firmó ayer mismo con los grupos del tripartito para que sea trasladado al Consejo Vasco de Finanzas. Los otros 53 millones se destinarán vía enmiendas parciales del proyecto a políticas sociales, educativas, sanitarias y de vivienda.

Otras partidas subvencionarán los gastos de las víctimas del terrorismo en sus desplazamientos fuera de la comunidad autónoma, en compensación a las ayudas a los familiares de presos de ETA que los socialistas no han conseguido eliminar, o a reducir los problemas del cine vasco con la contribución que desde hace años la industria local del sector reclama a EITB.

Desde fuera de la Cámara, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, se felicitó por el acuerdo, mientras el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, lo consideró una muestra evidente de que PNV y PSE han reconstruido "todos los puentes".

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, calificó el pacto de "satisfactorio y positivo" y admitió que mejora el proyecto del Gobierno. Además de al PSE, agradeció su contribución a Aralar, con quien también ha negociado partidas. Zenarruzabeitia se comprometió a administrarlo "desde la lealtad" y reprochó al PP su "nueva espantada" -"estoy deseando debatir con ustedes con rigor, sin eslóganes ni soflamas", les dijo a los populares- y a EHAK su desinterés por la negociación y discurso pétreo. "Tienen otros intereses y otros cálculos", enfatizó la número dos del Gabienete.

El portavoz popular, Leopoldo Barreda, tachó el proyecto de "artificio contable", no creíble y continuista, lleno de "viejos tics sectarios", condicionado por los equilibrios entre los tres socios y menos inversor que nunca. Iziar Batserrika, de EHAK, apuntó que las cuentas no sirven a la soberanía, sino sólo a "la mera gestión del actual marco jurídico".

LAS CLAVES DEL ACUERDO

Aumentar en un mínimo de 50 millones de euros la financiación municipal para 2007.

Incrementar un 0,15% dicha cantidad cada ejercicio entre el año próximo y 2011.

El PSE se compromete a apoyar en la Cámara el proyecto de Ley de Aportaciones con el texto que se pacte en el Consejo Vasco de Finanzas.

Aumentar la renta básica el 1% hasta igualarla al 88% del SMI, lo que supone 5 millones de euros.

Ampliar las ayudas sociales 7,2 millones.

1,3 millones para vivienda y acuerdos urbanísticos.

Las partidas para educación, política cultural y artística y museos se amplían 16,9 millones.

Sanidad recibirá 3,5 millones más.

El gasto en infraestructuras crece 3,03 millones.

En conjunto, los socialistas introducirán enmiendas en el proyecto que suponen casi 53 millones.

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