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El consumo de agua potable en Barcelona se reduce el 10% en seis años

Barcelona ha reducido en cinco años el consumo de agua potable. Si en 2000 el gasto medio por habitante y día se situaba en 210,8 litros, en 2005 esta cantidad descendió a 188,4 litros. "Estamos en camino de lograr 110 litros por persona, que sería un nivel óptimo", afirmó ayer la tercera teniente de alcalde, Imma Mayol (ICV-EUiA).

Mayol indicó que el ahorro seguirá siendo la columna vertebral de la política municipal sobre aguas. El Ayuntamiento, dijo, está trabajando en un plan de medidas preventivas ante posibles episodios de sequía, que establecerá la reducción del horario de funcionamiento de las fuentes en época de sequía, la utilización de agua subterránea para limpiar las calles y que los sistemas de riego de parques y jardines sólo funcionen durante 10 minutos.

La ciudad de Barcelona consumió casi 110 millones de metros cúbicos de agua durante el pasado año. La mayoría de los recursos hídricos provienen de las cuencas de los ríos Llobregat y Ter, aunque el consumo de agua freática -la que proviene del subsuelo y que se extrae a través de pozos- se está incrementando.

Los hogares son el principal consumidor de agua de la ciudad. Del total de agua consumida durante 2005, el 65% sirvió para abastecer a hogares, el 29% para industrias y comercios, y el 6% para servicios municipales. Estas cifras indican que el consumo de agua en Barcelona presenta unos parámetros diferentes a los del resto de Cataluña. La agricultura es el principal consumidor de agua en el ámbito autonómico, ya que se lleva el 73%.

Los servicios municipales, como la limpieza de las calles, el riego de los parques y jardines, y las fuentes, consumen un tercio menos de agua que hace 10 años. Este descenso, según Mayol, es consecuencia del incremento de agua freática que utilizan los servicios municipales. Mayol anunció que el Ayuntamiento pondrá en marcha nuevas captaciones de agua subterránea en la Sagrera, el Poblenou y al pie de la montaña de Montjuïc.

Mayor concienciación

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El consumo de agua por habitante es "el más bajo" de las ciudades de la cuenca mediterránea, pues "hay un nivel de conciencia importante", indicó Mayol. Según la líder ecosocialista, esta mayor concienciación es fruto del impacto de las recurrentes sequías y los programas de educación ambiental, y de la oposición que suscitó el Plan Hidrólogico Nacional que promovió el Gobierno del Partido Popular. Pese a todo, Imma Mayol aseguró que el ahorro del agua "todavía es mejorable" porque hay que extender hábitos como "instalar aireadores y dobles pulsadores en las cadenas de los váteres, ducharse en vez de bañarse y hacer una compra responsable de los electrodomésticos".

La teniente de alcalde recordó que, según los datos oficiales del Ayuntamiento, el 7% de los habitantes de la ciudad se muestran reticentes a cambiar sus hábitos por razones medioambientales. Los más reacios, según la concejal ecosocialista, son los varones que se dedican a los negocios.

En cambio, otros colectivos son más permeables a los mensajes sobre sostenibilidad. Entre ellos, Mayol citó a las mujeres de entre 35 y 60 años, que, pese a no tener mucha información medioambiental, están muy interesadas en el ahorro de agua porque se ocupan del mantenimiento de su hogar.

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