La Federación de Municipios arremete contra el Consello de Contas

El presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), Xosé Crespo, descalificó al Consello de Contas por su propuesta para que la Xunta y el Gobierno central congelen las subvenciones a los ayuntamientos que no permitan ser auditados. Crespo aseguró que los reiterados incumplimientos de algunos ayuntamientos tienen que ver con la "ineptitud del organismo fiscalizador". El portavoz de los alcaldes pidió al Consello que se aplique con la misma diligencia a la hora de supervisar las cuentas de la Xunta y de otras instituciones.

El presidente de la Fegamp aseguró que la recomendación del Consello de Contas es una "barbaridad y una tropelía que, en lugar de castigar a alcaldes y concejales, cargaría las tintas contra los ciudadanos y contribuiría a agudizar la situación de los municipios más pobres que ya están en la UVI".

Xosé Crespo, alcalde popular de Lalín, se refiere a la sugerencia realizada por el conselleiro maior del organismo, que en el transcurso de unas jornadas sobre corrupción celebradas en Lugo esta semana, defendió la posibilidad de que los distintos gobiernos, central y autonómico, congelen ayudas y subvenciones a los municipios que, de forma reiterada, impidan ser auditados. La advertencia del máximo responsable del Consello de Contas llega después de que un tercio de los municipios gallegos renunciasen a presentar sus cuentas. Durante los últimos años la cifra de alcaldes indisciplinados no ha dejado de crecer. En este ejercicio ha resultado imposible examinar la gestión de 106 municipios, una cifra que supone un crecimiento de un 11 % respecto a 2001. Para invertir esa falta de colaboración de las entidades locales, Xosé Crespo propuso al Consello que emplee las herramientas de que ya dispone para obligar a los alcaldes a presentar las cuentas en tiempo y forma o, en todo caso, que proponga una modificación legislativa para reformar sus competencias:Hay una ley que rige el Consello de Contas. Su presidente debe atenerse a ella o, en su defecto proponer una modificación que deberá ser aprobada en el Parlamento de Galicia".

Mientras eso no ocurra, Crespo demandó al Consello de Contas que programe auditorías de oficio en los ayuntamientos rebeldes en lugar de decidirlas por sorteo y "si se considera incapaz, que solicite la intervención del Tribunal de Cuentas". Crespo aseguró que las palabras de Luciano Fariña suponen un profundo desconocimiento de cómo funciona la administración local. El portavoz de los alcaldes explicó que los ayuntamientos que no cumplen ya están sufriendo penalizaciones en la actualidad: "El Fondo de Cooperación Local castiga a las corporaciones municipales que no colaboran, aplicándoles regímenes fiscales más restrictivos".

El presidente de la Fegamp reconoció el reiterado incumplimiento de la ley por parte de algunos municipios -ocho de ellos nunca llegaron a presentar sus balances- pero lo atribuyó "a la propia ineptitud del Consello de Contas por consentir que algunos alcaldes nunca se sometiesen al examen fiscalizador". El presidente de la Fegamp aseguró que los ayuntamientos ya no pueden soportar más presión financiera y dudó de que la idea deslizada por Fariña tuviese acomodo legal: "El artículo 142 de la Constitución garantiza la suficiencia financiera de los ayuntamientos, algo que hoy por hoy está lejos de cumplirse". El portavoz de los alcaldes reiteró la precaria situación económica que viven los ayuntamientos gallegos, con unos prespuestos muy inferiores al que manejan otras instituciones: "A la hora de juzgar nuestras deudas hay que tener en cuenta que el presupuesto de todos los municipios de Galicia suman 2.000 millones de euros, una cantidad cinco veces menor que el que gestiona la Xunta de Galicia".

Mismo control para todos

Crespo pidió, por último, a Luciano Fariña "que emplee en el futuro la misma contundencia a la hora de controlar las actividades de la Xunta de Galicia y del resto de instituciones y organismos públicos."Parece que los alcaldes tenemos que cumplir y que el resto tienen patente de corso", agregó. Crespó citó "los reiterados retrasos del Gobierno gallego a la hora de poner en marcha leyes que perjudican a los ayuntamientos, como ha sucedido últimamente con la Lei do Solo".