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AVE excluye a Ripoll de un acto en Alicante al que sí acudirá Camps

Las aguas bajan revueltas de nuevo en la arena política de Alicante. El detonante, en este caso, es un encuentro empresarial. El lobby AVE celebra este viernes en el castillo de Santa Bárbara su clásica cena de Navidad con la presencia del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y de algunos de sus consejeros -entre ellos el de Territorio, Esteban González Pons; el de Economía, Gerardo Camps; el de Infraestructuras, José Ramón García Antón, y el de Empresa, Justo Nieto-. Pero la cita contará con una ausencia sonada, la del presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll. La decisión no ha sentado nada bien al titular de la Corporación provincial y, a su vez, máximo exponente del sector zaplanista.

La decisión se tomó tras un debate interno en el grupo de presión empresarial

La dirección de AVE subraya que las cenas navideñas de la asociación de empresarios se celebran cada año de forma rotativa en una de las tres provincias valencianas, al tiempo que insiste en que en ninguno de estos encuentros se invita ni al presidente de la Diputación ni al alcalde de la localidad. Con todo, la decisión tomada por la organización para el caso de Alicante precisó de debate interno. Algunos empresarios advirtieron del problema que podría suponer excluir a José Joaquín Ripoll del acto; otros, como Vicente Sala, evitaron pronunciarse. La dirección de AVE optó, finalmente, por mantener su criterio autonómico y no hacer excepciones.

El lobby AVE está integrado por 72 empresarios, 20 de los cuales son de la provincia de Alicante. Y es precisamente en esta provincia donde ha estado a punto de abrirse una vía de agua a la asociación. Un grupo de empresarios alicantinos empezó a dar hace un año algunos pasos para organizarse en una asociación similar a la que preside Francisco Pons para defender sus intereses provinciales, sobre todo en materia de infraestructuras. Entre estos empresarios hay uno o dos miembros de AVE. El detonante de esta iniciativa se produjo a raíz del cambio de trazado del trasvase Júcar-Vinalopó, un capítulo en el que Francisco Pons mantuvo una actitud conciliadora que recibió críticas de los empresarios alicantinos adscritos al grupo de presión.

Desde la cúpula del lobby autonómico tratan de minimizar este episodio: "Cada empresario está en su derecho de asociarse a los colectivos que defiendan sus intereses", resumía un miembro de AVE para tratar de zanjar la cuestión.

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