El Gobierno apura la negociación con el PSE en busca de un pacto presupuestario
Izaskun Bilbao vuelve a imponer la votación separada de las enmiendas a la totalidad
La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, mantuvo en la tarde de ayer una nueva reunión bilateral, la tercera, con el grupo socialista sobre el proyecto de presupuestos de 2007. El Ejecutivo mantiene también abiertos "todos los canales" con otras fuerzas, recalcó ayer su portavoz, Miren Azkarate. El Gobierno está interesado en cerrar un pacto antes del próximo viernes, ya que ese día se celebra el debate en pleno de las tres enmiendas a la totalidad presentadas al proyecto por el PSE, el PP y EHAK. En todo caso, el Ejecutivo no corre peligro de salir derrotado, toda vez que la presidenta de la Cámara, Izaskun Bilbao, decidió ayer que estas enmiendas se voten de nuevo por separado.
La vicelehendakari y los parlamentario socialistas José Antonio Pastor, Isabel Celaá y Joana Madrigal mantuvieron ayer la tercero de sus citas en busca de un acuerdo sobre las cuentas del año próximo. El Ejecutivo tiene garantizada de nuevo la aprobación del proyecto presupuestario, ya que no será sometido en ningún momento a una votación de conjunto, sino que lo que se votará serán las tres enmiendas a la totalidad y otra vez se hará por separado. Socialistas, PP y EHAK mostraron de nuevo su oposición a este proceder en la Junta de Portavoces celebrada ayer, pero la presidenta impuso su criterio.
Éste será el sexto año en que el proyecto de presupuestos sigue este modo de tramitación, iniciado por el anterior presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, ante el riesgo de que el Gobierno viese rechazadas las cuentas ante su situación de minoría.
La de ayer fue la primera reunión que el Gobierno celebra con los socialistas desde que conoce el contenido de las enmiendas de los grupos, cuyo plazo de presentación venció el 30 de noviembre y que el Ejecutivo ha tenido ocasión de revisar en profundidad durante estos 12 días. En conjunto, la oposición ha presentado las citadas tres enmiendas a la totalidad y otras 1.549 parciales.
"Todos los canales abiertos"
Fuentes de Vicepresidencia guardaron ayer total mutismo. Los medios consultados se limitaron a indicar que Zenarruzabeitia y los especialistas del Departamento de Hacienda "intensificarán de aquí al viernes los contactos", y no sólo con los socialistas, sino con todos los grupos, apreciación en la que también incidió la portavoz, Miren Azkarate. "Todos los canales" están abiertos, aseguró en su comparecencia tras el Consejo de Gobierno.
Esas mismas fuentes de Hacienda eludieron realizar ningún comentario sobre la marcha de las conversaciones o sus posibilidades de éxito en una dirección u otra "hasta que no se cierre y se firme un acuerdo". El año pasado, ese acuerdo se produjo en vísperas del debate de las enmiendas de totalidad, de modo que el PSE retiró la suya durante el mismo pleno en que debía debatirse.
En esta ocasión es previsible que el acuerdo apure también todos los plazos antes de ese debate. Dejarlo para después, algo que también puede hacerse hasta el pleno de aprobación de las cuentas a finales de mes, complicaría mucho el procedimiento: el Gobierno y los grupos deberían ir aprobando o retirando enmienda por enmienda, durante el debate de las modificaciones parciales, que se desarrollará la semana próxima. "Eso resulta poco operativo", señalan las fuentes consultadas, "y puede dar lugar a errores no deseados por nadie". Lo lógico, aprecian ambas partes, es tener los acuerdos atados para el viernes. El éxito de la negociación se da por descontado, como complemento también al apoyo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado.
Los socialistascomenzaron el otoño advirtiendo que este ejercicio no admitía paralelismo con el anterior. Tras conocer el proyecto y mantener una primera reunión con el Gobierno, encontró a éste muy lejano a sus posturas y advirtió de que no pactaría las cuentas "a cambio de calderilla". Más adelante, esa percepción se suavizó y los representantes socialistas creyeron ver una posición más receptiva en el Gobierno.
El PSE ha pedido al Ejecutivo que mueva 500 millones de euros, 300 de ellos de nueva incorporación a las cuentas, vista la mayor recaudación de las diputaciones, y el resto, en forma de partidas cuyo destino quieren cambiar. La incorporación de esos 300 millones ofrece dificultades técnicas que los socialistas no desconocen, pero confían en encontrar una fórmula, con la fijación inicial de partidas mínimas que se declaren ampliables.
El interés del PSE está en las políticas sociales, para las que quieren "un pacto global", incluida una sustancial modificación en las previsiones económicas del Plan de Vivienda.
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