"Los universitarios hemos vivido en una burbuja"

José Juan Giner (Alicante, 1952), tiene una trayectoria peculiar. Geofísico, catedrático de Escuela de la Universidad de Alicante y director de su Unidad de Registro Sísmico, es desde el verano el nuevo secretario de I+D+i del sindicato UGT-PV. Una materia en la que la economía valenciana en general y la alicantina en concreto, presentan serias carencias. Una de sus primeras iniciativas fue la realización de unas jornadas, celebradas hace dos semanas, que reunieron a investigadores universitarios, empresarios y cargos de la Administración, entre ellos la ministra de Educación y Ciencia Mercedes Cabrera.

Pregunta. ¿Cuál es su receta para mejorar los índices valencianos de I+D+i?

"Los sindicatos deben apostar por la I+D+i para que redunde en más y mejor empleo"

"La división de Alicante fue traumática porque rompió la simbiosis de química y neurociencia"

Respuesta. El problema más grave es la falta de inversión. Lo que debe haber es una apuesta decidida y clara, porque ahora nunca se sabe exactamente cuánto dinero hay para investigación, desarrollo e innovación.

P. El atraso de I+D+i parece todavía más serio en el caso de Alicante.

R. El problema de la industria en Alicante es que está basada en pymes [pequeña y mediana empresa], y ahí es prácticamente imposible llevar la innovación. La investigación que se hace en la Universidad de Alicante y en la de Elche está muy relacionada con empresas nacionales o internacionales. No es como en Castellón, donde la industria cerámica reinvierte directamente en la investigación.

P. La Universidad de Alicante no destaca por su investigación.

R. En Alicante se perdió la gran apuesta del parque científico, por motivos que todo el mundo conoce. Y mientras tanto, otras universidades, como la Politécnica de Valencia, fueron creando los suyos. Pero no olvidemos que Alicante fue de las primeras universidades españolas que planteó tener un parque científico. Lo que se demostró es que hacerlo sin la ayuda de la Administración es inviable.

P. Lo del parque científico y lo de la partición de la universidad en dos, con la creación de la Miguel Hernández de Elche, fue un asunto complicado.

R. Aquello fue muy traumático. Ten en cuenta que éramos una universidad muy fuerte en investigación gracias a la concordancia entre los departamentos de Química y de Medicina. Ocupábamos, eso seguro, uno de los 10 primeros puestos de investigación en España. Al ser desgajada, aquello simbiosis se rompió: ahora neurociencia es neurociencia y química es química. Y creo que fue responsabilidad de alguien que en algún momento tendrá que dar cuenta de ella. Y ahora estamos empezando a construir el parque científico, pero hemos perdido 10 años.

P. En las jornadas organizadas por ustedes en Alicante se debatió sobre la protección legal de la investigación.

R. Uno de los problemas más graves que tienen los investigadores es el de las patentes. Como se señaló en el congreso, se investiga mucho, se registran patentes, pero luego es muy difícil de demostrar que una empresa está usando en la producción los conocimientos que ha dado esa patente. Para eso las empresas tienen grandes equipos de abogados. El investigador, no. Así que debería potenciarse esa protección por parte de la Administración, por que lo que se produce es una desmoralización del investigador.

P. Cargos empresariales han venido criticando últimamente una supuesta incapacidad de la universidad para responder a las necesidades de las empresas.

R. Antonio Fernández Valenzuela, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, ha dicho que la universidad tiene que saltar el muro. Y yo estoy en parte de acuerdo en que la universidad ha vivido en un mundo muy aislado. En una burbuja, haciendo investigación básica, que es muy necesaria, pero creo que debemos dar el salto. No estoy de acuerdo en cambio con el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia [Arturo Virosque], porque creo que ya lo estamos dando. Tenemos conexiones con la empresa, y cada vez el entendimiento es mayor. Lo que pasa es que hay que reconocer de dónde partíamos: de dos conjuntos separados. La empresa nunca pensó que la universidad pudiera solucionarle nada, y ahora está empezando a ver que la universidad puede solucionar algunos de sus problemas. Y en la universidad nos hemos dado cuenta de que podemos saltar ese muro y hacer una investigación mucho más aplicada, lo que es la D de desarrollo.

P. Parte del mundo sindical ha mantenido cierta desconfianza hacia la innovación, como si fuera una causa de pérdida de empleo.

R. Ese es un poco el error que podemos tener. Y la seriedad que tiene que tener un sindicato. Es decir, investigar, desarrollar, innovar debe hacerse para que redunde en bien de los trabajadores, no para que genere despidos. Por eso estamos nosotros aquí, y por eso estamos alerta. Que la inversión en I+D+i redunde en nueva creación de empleo y en mejorar la calidad del empleo.

P. ¿Qué posibilidad de innovar tienen las empresas de tamaño mediano y pequeño, que son las más numerosas en el territorio valenciano?

R. Hay una solución para eso. Si se toma una zona como la del calzado, con Elda, Villena, Elche, en la que hay muchas pymes, podría crearse algo así como agentes de innovación. Que se dedicaran a advertir las necesidades, no de una, sino de muchas de estas pymes, y las lleven a los centros tecnológicos, a los institutos y a las universidades. Esa sería una de las alternativas para permitir la innovación.