Los tres maestros

El criterio para escoger a Shigeru Miyamoto (1952), John D. Carmack II (1970) y Will Wright (1960) para esta primera exposición sobre el videojuego como arte que se presenta en Sabadell ha sido, según Ricard Mas, que "los tres han innovado y han persistido, tienen una carrera larga".

Miyamoto es el creador de Donkey Kong, Super Mario Bros y The legend of Zelda:the ocarina of time. En 1977 empezó a trabajar para Nintendo, hoy es el director administrativo general y productor, director y supervisor de la mayoría de los juegos. Su primera creación fue Donkey Kong y su intención fue crear un cruce entre Popeye y King Kong. La misión de su primer personaje era salvar a una dama de las manos de un gorila esquivando barriles que la bestia le iba lanzando. Pero su personaje más popular es Mario Bros, que sentaría las bases del género de plataformas. Si Popeye comía espinacas, Mario se convierte en Super engullendo champiñones.

Carmack es el otro "maestro". En su juventud era aficionado a la fabricación casera de explosivos e incluso inventó una pasta que podía deshacer el vidrio. La utilizó para colarse en una escuela y robar un ordenador. Tenía 14 años y en aquel entonces era un fan de Tolkien. Autodidacta, dejó la universidad porque le aburrían las clases, creó su primer videojuego, Shadowforge, y con el dinero se compró el primer ordenador. Pero el éxito le llegó con Wolfenstein 3D, en el que un jugador era un soldado aliado que se infiltraba en el Tercer Reich y se dedicaba a matar nazis. Después vino Doom, el primer videojuego que permitió la acción multijugador.

Wright es otro de los creadores que han hecho historia. En su caso, el invento es una especie de casa de muñecas del siglo XXI que se ha convertido un uno de los títulos más vendidos de la historia: The Sims, un simulador social que permite tener un álter ego.