A vueltas con la licencia

Los inspectores de Aviación Civil lo tienen claro: hay que limitar los vuelos de Air Madrid o incluso retirarle la licencia. Hay unos ocho destinados permanentemente para vigilar que los aviones salen en condiciones (han parado alguno por razones de seguridad) pero las posibles consecuencias de la decisión ponen pies de plomo al Ministerio de Fomento.

El departamento busca estos días una solución menos drástica que la recomendada por los inspectores en su informe, emitido hace algo más de un mes, pero que "ayude" a la compañía a cumplir sus compromisos, según un portavoz.

La retirada de la licencia supondría dejar sin trabajo a más de 980 empleados en todo el mundo y en tierra, esta vez indefinidamente, a miles de personas que han comprado billetes de Air Madrid. Recolocar en aviones de otras compañías (como Iberia o Air Europa, que comparten algunos destinos con Air Madrid) a quienes tienen un billete de vuelta desde Latinoamérica no resulta nada fácil porque esas rutas no tienen excesiva oferta y suelen tener altas ocupaciones, que en fechas próximas a Navidades superan incluso el 90%.

No sería responsabilidad directa de Fomento, pero pondría en serias dificultades (aún peores que los interminables retrasos) a miles de clientes de la compañía que preside José Luis Carrillo. Un empresario hotelero que da nombre desde 1997 a una calle en Marbella, a propuesta de la entonces concejal Marisol Yagüe, actualmente implicada en la Operación Malaya, siendo alcalde Jesús Gil.