El PP acusa al Gobierno de actuar con "desprecio a los consumidores" que no llegan a fin de mes

Los mensajes contradictorios sobre la subida de las tarifas eléctricas el año próximo desataron ayer una oleada de críticas en los más diversos sectores. Las más aceradas fueron las del Partido Popular, cuyo portavoz parlamentario adjunto, Vicente Martínez-Pujalte, habló de "desprecio del Gobierno a los consumidores", especialmente "a los que tienen problemas para llegar a fin de mes".

Pujalte contrapuso las anunciadas subidas a lo ocurrido en el mandato de José María Aznar, periodo en que la tarifa bajó un 22%, según el portavoz de este grupo. "Que se deje de engañar a los ciudadanos con el déficit tarifario", pide Pujalte, que explica que el déficit se produce en la fase de comercialización de la electricidad, pero en la generación existe superávit.

También Izquierda Unida arremetió contra la decisión de subir el precio de la electricidad. El responsable de economía de esta formación, Javier Alcázar, consideró "un escándalo monumental" los incrementos anunciados. "Este nuevo aumento no se justifica con el argumento manido de intentar corregir el precio real de los costes", recalcó.

Las organizaciones de consumidores observaron con preocupación la próxima subida de la tarifa eléctrica. La OCU cifró el 47 euros el gasto adicional medio para las familias (110 para quienes usan la electricidad como medio de calefacción). Esas cantidades son "excesivas", a juicio de la OCU. Facua alertó de que las revisiones trimestrales que se realizarán a partir de ahora en el recibo de la luz elevarán la tarifa más del 6%, mientras la Ceaccu creyó "desproporcionada e injustificada" la subida de las tarifas. Para Comisiones Obreras, lo criticable es que el Gobierno suba la tarifa ante los buenos resultados cosechados por las empresas eléctricas.

Son precisamente las compañías las únicas que apoyan la decisión del Ejecutivo. El vicepresidente y consejero delegado de Unión Fenosa, Honorato López Isla, defendió la subida con el argumento de que muchos combustibles empleados para producir la energía eléctrica (entre ellos el petróleo y el carbón) se han encarecido.