El poder de la música
La música ha sido uno de los hitos recurrentes de Andalucía en la feria de Guadalajara (México). Hay un factor esencial para entender esto: la irrupción masiva de adolescentes y jóvenes en una iniciativa que consideran como fundamental para sus vidas. La búsqueda de libros en un recinto que ofrece desde ediciones de lujo hasta publicaciones baratas es un poderoso acicate para los más jóvenes, que hojean las páginas de lo que, en muchos casos, es un universo a descubrir.
La enorme presencia de la juventud de Guadalajara en el gran acontecimiento cultural del año ha hecho que los conciertos de los cantantes y artistas andaluces hayan contado con un papel sobresaliente. Joaquín Sabina fue el gran triunfador. Su concierto atrajo a 7.000 personas en una vorágine de gritos, aclamaciones y largas colas ante la taquilla. Es cierto que, a su condición de andaluz, une una conexión con México que aumenta cada día que pasa, como él mismo confesó al presentarse ante sus incondicionales.
Pero el éxito de Sabina no fue una isla en un mar en calma. Otros cantantes y artistas consiguieron convocar al público mexicano. Miguel Ríos y Javier Ruibal llevaron a 3.000 personas a escucharles en un concierto. La veteranía de Miguel Ríos tuvo como contrapunto a un Javier Ruibal cada día más consolidado en el ámbito de los juglares.
Los versos llenos de furia, misterio y pasión de Federico García Lorca atrajeron a otras 3.000 personas con Romancero gitano, que fue recreado por el Ballet Flamenco de Andalucía. La voz de Lorca hacía doblete, pues su presencia fue también notable en la exposición sobre el exilio andaluz. Las ediciones de libros del poeta granadino fueron una parte sustancial de la cultura de la España peregrina.
Y también aportaron su grano de arena a la exhibición del talento andaluz cantantes y artistas como Carmen Linares, Kiko Veneno, Chambao, Tomasito, Danza Invisible, Los Delinqüentes o Martirio. Un total de 22.000 personas escucharon en silencio los lamentos más profundos del sueño flamenco o se pusieron a brincar al compás de los ritmos más recientes.
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