Buenas impresiones

Mimar el talento. Ésta es una de las armas que los directivos españoles de Hewlett-Packard (HP) escogieron para luchar contra la deslocalización. Lo que hace seis años parecía una ruina, el traslado a Singapur de la cadena de montaje europea de impresoras de gran formato en Sant Cugat del Vallès, con el despido de 200 empleados, se ha reconvertido en una oportunidad. ¿Cómo? Ganando en un pulso responsabilidades de varias líneas de negocio. La más reciente, la unidad de artes gráficas, en la que han depositado grandes expectativas de crecimiento.

HP dispone de 75.000 metros cuadrados de suelo en Sant Cugat, donde lleva invertidos 30 millones de euros en los últimos 15 años

Los directivos de la filial española de la multinacional tecnológica están convencidos de que Barcelona puede atraer nuevas inversiones en I+D

Buena parte de los 4.000 millones de dólares que la multinacional invierte en I+D lo hace en Estados Unidos. Quizá por poco tiempo. Los ingenieros asiáticos también salen más baratos. HP Sant Cugat cree haber dado con la fórmula para atraer a Cataluña parte de ese flujo migratorio de I+D. Y parece que le funciona.

Haber perdido el caché fabril ya no importa. "Ahora somos un centro multiservicios de valor añadido", explica Enrique Lores, vicepresidente mundial y director general de la División Comercial de Impresoras de Gran Formato de HP. Sant Cugat es la sede mundial de I+D, Marketing y Operaciones para las impresoras de gran formato, la gama de inyección de tinta y el gran formato industrial Scitex (tras adquirir, hace un año, esta compañía israelí). Todo un hito: desde Barcelona, tan sólo las actividades de impresión de gran formato generan a la compañía unos ingresos globales de 1.400 millones de dólares. Es decir, "si las ventas en China no van bien es nuestra responsabilidad", añade Lores.

Soluciones globales

El centro español también acoge el laboratorio I+D Barcelona Research Office, que hasta hace poco desarrollaba sistemas de digitalización de contenidos, otra división investiga en el campo de los cabezales y tintas de impresoras y sustratos de impresión y otro grupo recientemente formado lidera la división de Ventas y Soluciones para el mercado de Artes Gráficas en todo el mundo.

También manda, para otros ámbitos, en la región que comprende Europa, Oriente Próximo y África (EMEA). Uno de sus grupos gestiona la subcontratación de procesos de negocio de empresas, en entornos como la contabilidad, los recursos humanos y procesos financieros y administrativos de empresas como Gillette o Procter & Gamble; otro de los equipos comercializa productos y soluciones de impresión y creación de imágenes y además gestiona todo el mercado del consumo. En Sant Cugat también opera el Centro Europeo de Diseño de Soluciones a Medida para entornos de Imagen e Impresión de grandes corporaciones, con unas inversiones en I+D de tres millones de euros anuales. Igualmente, se ocupa de organizar los pedidos de clientes detallistas y del canal de distribución comercial para todos los productos de HP y presta soporte tecnológico con personal de 16 nacionalidades y en múltiples idiomas las 24 horas.

¿El milagro ha tocado techo? Lores ve a Barcelona bien posicionada como receptora de futuras deslocalizaciones de HP en el área de I+D. Confía en atraer nuevas unidades por los costes o por el emplazamiento geográfico. Para conseguirlo, cree necesario que el Gobierno español mejore la actual política de incentivos fiscales a la I+D, "que ahora depende de los resultados de HP España.

Inversiones

"El sistema está pensado para ayudar a la pequeña empresa española, pero no es el óptimo para grandes compañías españolas o multinacionales", asegura Enrique Lores. Al menos, no le falta terreno donde crecer: dispone de 75.000 metros cuadrados de suelo edificable en las instalaciones de Sant Cugat, donde la empresa lleva invertidos 30 millones de euros en los últimos 15 años.

En los seis edificios del centro vallesano trabajan 2.300 empleados, 450 en tareas de I+D. El 90% son titulados superiores y tienen una edad media de 34 años. La mitad del personal es subcontratado a compañías externas: una parte se encarga del diseño industrial de las impresoras o de las partes electrónicas; 150 ingenieros de fabricantes asiáticos vienen a aprender cómo son los productos durante la fase de desarrollo; y luego unos 500 jóvenes compaginan estudios con el soporte telefónico a clientes en áreas financieras o tecnológicas durante un par de años.

Dentro de sus múltiples actividades en Sant Cugat, la impresión de gran formato (utilizada en arquitectura, ingeniería o cartelería) es una de las más importantes. Funciona con un I+D distribuido entre la oficina española (60 millones de euros de inversión al año), Tel Aviv (Israel), San Diego (Estados Unidos) y Ciudad del Cabo (Suráfrica). En 2007, el equipo español aumentará en 25 ingenieros con el objetivo de reducir el coste de los prototipos, "donde se va mucho dinero, para investigar más con la misma inversión", asegura Lores.