¡Que viva México!
Aquella película impactante de Sergei M. Eisenstein, ¡Que viva México!, era un hermoso sovietizado Día de Muertos. De Rulfo al cónsul de Lowry, del enigmático B. Traven -que sale en Martín Solares- a buena parte de la novela de Roberto Bolaño, 2666, todo, o casi, en la literatura mexicana tiene que ver con el día de muertos, con la muerte, con la violencia, en todo caso. Martín Solares (Tampico, 1970) ha escrito una vibrante y apasionante novela negra que tiene mucho que ver con la violencia mexicana
de los años setenta, cuando aquel presidente, Echevarreta (parecido el apellido al del presidente real) gobernaba al modo del PRI.
Martín Solares ha escrito una novela intensa, apasionante, llena de violencia y de acción; donde el lenguaje -riquísimo, un español mexicanizado- desempeña un papel principal, donde la tradición mítica del vecino del norte -tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos-
LOS MINUTOS NEGROS
Martín Solares
Mondadori. Barcelona, 2006
378 páginas. 18,50 euros
del héroe, semidiós, solo ante el peligro, adquiere una dimensión especial, donde ese policía honesto, solitario y desarrapado, Rangel, se encontró lo que se merecía, pues es falso que existan los garycooper
y es imposible que uno sólo con la pólvora de la honestidad puede enchironar al culpable en un sistema podrido per se.
Esta primera novela de Solares agradará -y créanme, no saben cuánto- a los que gustan de las misiones imposibles y de las quijotadas: tenía razón Valle-Inclán al situar su Tirano Banderas
en ese país porque México se escribe con "equis": y qué español se gastan por allá. Vayan, vayan, a esta estupenda novela.
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