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Reportaje:

Azca: ¿adiós a los bares?

El Ayuntamiento prevé expropiar locales de copas y sustituirlos por equipamientos culturales en la reforma de la 'Gran Manzana' de Tetuán

Los bajos de Azca, ese lugar del distrito de Tetuán que varias generaciones de madrileños identifican con bares de copas, boleras o discotecas, pero también con pasadizos inhóspitos, inseguridad y deterioro imparable, cambiará de cara dentro de dos años. La muda de piel, en realidad, ya ha comenzado: sobre el papel. El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón hizo público ayer el fallo del concurso de ideas convocado para reformar íntegramente el complejo Azca, y anunció que la remodelación supondrá, entre otras cosas, quitar discotecas -si es necesario, mediante expropiación- y poner equipamientos públicos, comerciales, culturales y de ocio.

Azca, diseñado en 1962 como pretendida imitación del Rockefeller Center de Nueva York, se convirtió pronto, en superficie, en corazón financiero de la capital: sede de bancos y grandes empresas sobre sus 190 hectáreas (15 veces la plaza Mayor). Pero los arquitectos "olvidaron la sociología", dijo ayer Ruiz-Gallardón. Y es que "hay diseños urbanísticos que condicionan conductas humanas".

Hoy, en el laberinto de pasadizos y recovecos de los bajos de Azca conviven 11 discotecas y locales de copas -prácticamente todos especializados en clientela latina y reggaeton-, unos viejos minicines cerrados hace años, un local de strip-tease, un sex-shop, media docena de bares-cafetería, tres restaurantes y hasta dos escuelas de golf. "De día, mucha gente no se atreve a pasar por ahí, porque no hay ni un alma. Y, de noche, hay sitios a los que es mejor no acercarse. Aunque no hay tanta inseguridad como parece, la sensación de desamparo es enorme", cuentan desde la junta municipal.

El Ayuntamiento no sabe aún qué va a hacer exactamente para cambiar Azca, pero el alcalde asegura que hay tiempo para decidirlo. "El proyecto de ordenación de usos se redactará en el primer trimestre de 2007; después, a lo largo de ese año se harán los trámites para cambiar el Plan General de Ordenación Urbana, y en el primer trimestre de 2008 comenzarán las obras", explicó Ruiz-Gallardón. "Azca dejará de ser una isla urbana, para convertirse en un espacio permeable y abierto a los ciudadanos", concluyó.

Al concurso -el segundo que se convocaba, porque el primero quedó desierto el año pasado- se presentaron 13 proyectos. Ninguno se alzó con el premio: el jurado ha preferido otorgar cuatro accésit a los cuatro proyectos que mejores ideas aportaron: los equipos de Cristina Parreño y Gonzalo Pardo Díaz; Abel Enguita; Grupo LAR (con la colaboración del estudio Lamela) y Luis Alemany. De cada uno de ellos escogerá el Ayuntamiento distintos elementos para elaborar el plan definitivo.

El alcalde sí avanzó las propuestas que más ha valorado el jurado, y que con mucha probabilidad "se incorporarán al proyecto". Habrá, por ejemplo, una gran zona verde. Aunque quizá no tan grande como la que proponen Parreño y Pardo: una inmensa manta de vegetación que cubriría toda la superficie de Azca. También se prevé eliminar desniveles, crear un espacio peatonal con acceso directo desde el paseo de la Castellana a la calle de Orense y habilitar grandes patios en dos niveles para dotar a los bajos de luz natural.

El estudio de Abel Enguita plantea instalar una galería comercial en los pasadizos y una plaza gigante en superficie. Luis Alemany coincide en agrandar los jardines y apuesta por revitalizar todo el entorno con equipamientos culturales. Del Grupo LAR el jurado valoró no tanto las soluciones, sino su diagnóstico de los problemas de Azca.

Ruiz-Gallardón precisó que "no habrá nuevas edificaciones" en superficie, aunque sí "nuevos usos comerciales" y "dotaciones públicas" allí donde ahora "hay sólo pasadizos vacíos". ¿Podrían desparecer de Azca los bares y las discotecas? "La idea es reducir y limitar esa actividad"; si es necesario, "con expropiaciones", advirtió el alcalde. Aún no está claro cómo se pagará la obra, pero la intención del Ayuntamiento es que sean los propios comerciantes a los que se dé entrada en Azca quienes financien "o cofinancien" la operación.

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