El Congreso vota por unanimidad que los nietos de emigrantes logren la nacionalidad

El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer por unanimidad el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior, que obligará a modificar el Código Civil para que los nietos de los emigrantes puedan solicitar la adquisición de la nacionalidad española. La nueva norma, conocida popularmente como el estatuto de los emigrantes, afecta a una colectivo de un millón y medio de personas y a sus descendientes, la mayoría de los cuales son de origen gallego.

La posibilidad de que la tercera generación de la emigración, aquella cuyos padres no han nacido en España, pueda solicitar la nacionalidad fue la piedra angular de debate en torno al nuevo estatuto y recoge un punto de vista que ya forma parte del ordenamiento jurídico de países de nuestro entorno, como Portugal o Italia.

Los emigrantes, y los ciudadanos que residen en el exterior en general, verán a partir de ahora reconocidos sus derechos civiles y sociales y gozarán del mismo reconocimiento que los que tienen su domicilio dentro de las fronteras españolas. Entre otras cosas, el nuevo estatuto coordina la acción exterior de la administración central con la que habitualmente llevan a cabo las comunidades autónomas con el fin de evitar duplicidades.

La norma se refiere también a las elecciones y prevé el reforzamiento de los medios de los consulados para que los residentes en el exterior puedan, si lo desean, emitir su voto a través de una urna y no por correo. Con el mismo objetivo de garantizar la limpieza en los mecanismos de sufragio desde el extranjero, el estatuto establece la actualización automática del censo de residentes en el exterior.