Las asambleas de El Monte y San Fernando aprueban su fusión en Cajasol por unanimidad

"Por fin". Ésa fue la expresión más repetida por los presidentes de El Monte, Antonio Pulido, y Caja San Fernando, Luis Navarrete, en los discursos con los que ayer dieron a conocer el nombre y la imagen con la que coronan su proyecto de fusión: Cajasol. Poco antes, las asambleas generales de las dos cajas con sede en Sevilla habían dado su respaldo unánime al proyecto, que ahora queda pendiente del visto bueno en los próximos meses de la Junta de Andalucía y del Banco de España. "Queremos lograr el mejor proyecto financiero de Andalucía", aseguró el presidente de El Monte.

La formulación de tres protocolos de fusión en seis años dan una idea del convulso camino que ha seguido la unión de las dos cajas que encabezan el mercado financiero de Andalucía occidental, pese al consenso que había alcanzado entre fuerzas políticas y agentes económicos. Pero la decisión de los 281 consejeros generales que ayer acudieron a las asambleas de El Monte y Caja San Fernando situá al proyecto más cerca que nunca de su meta. "Ha habido incertidumbre y cierta incredulidad, pero esta vez podemos decir que sí, que es verdad", comentó el presidente de Caja San Fernando.

A diferencia de ocasiones precedentes, el guión se ha ajustado al calendario previsto por las cúpulas directivas de ambas cajas. Tras varios retrasos en la reactivación del proyecto, San Fernando y El Monte se propusieron hace año y medio que sus asambleas dieran su respaldo a la fusión antes de que finalizara 2006, como así ha sucedido. Además, el compromiso de la Consejería de Economía de acortar los plazos para conceder su autorización a finales de enero, hace factible que el visto bueno del Banco de España a la operación se produzca en mayo, en fechas muy cercanas a las próximas elecciones municipales.

Los presidentes de las dos cajas (ambos propuestos por el PSOE) han negado varias veces la relación de los plazos del proyecto con el calendario electoral, aunque su culminación dejará sin uno de sus argumentos favoritos (el retraso de la fusión) a la oposición. "Va a ser una gran caja para una gran ciudad", sentenció ayer el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE). "Será una caja muy importante, es un paso más para logra un sistema financiero potente", indicó el consejero de Economía, José Antonio Griñán, quien insistió en el empeño de la Junta en que haya "una caja andaluza aún mayor".

La decisión de las asambleas recibió los parabienes de los sindicatos -el acuerdo laboral se firmó hace dos meses- y de todos los partidos políticos, incluido el PP, tras conseguir también en los últimos meses un sitio en la comisión que coordinará el proyecto de fusión. "Es un buen proyecto, profesional, aunque otro nombre nos hubiera gustado más", señaló el presidente del PP sevillano, Ricardo Tarno.

"Cajasol es el nombre de un proyecto alegre, dinámico, fuerte, que no es excluyente y que será una marca reconocible como andaluza fuera de nuestro territorio", explicó el presidente de El Monte en una acto público a última hora de la tarde en Sevilla. Las dos cajas tienen previsto gastarse más de 22 millones en cambiar la imagen de las oficinas y lanzar al mercado la nueva marca, ideada por la empresa Texturas. Un portavoz de las cajas sevillanas aseguró que el nombre ya está registrado y pasó sin problemas el periodo de alegaciones en el Registro de Marcas (Unicaja tiene patentado una denominación similar, Caja del Sol).

En las afirmaciones de ambos presidentes no hubo alusiones a Unicaja, con la que rivalizarán por el liderazgo del sistema financiero andaluz. Pero sí hubo declaración de intenciones: "Queremos llevar nuestra ambición de liderazgo a otros territorios, queremos tratar de tú a tú a las grandes entidades financieras, queremos ser una de las grandes cajas de España", recalcó Pulido. Las dos cajas se han marcado como objetivo abrir 200 oficinas más para alcanzar el millar de sucursales antes de 2011, una cifra que Unicaja prevé alcanzar dos años antes. El 80% de esas oficinas se abrirán en el resto de España y el 20% restante en Andalucía oriental.