Las altas temperaturas reducen el 10% las ventas de ropa de abrigo

Este otoño las tiendas de ropa no han hecho caja vendiendo abrigos. Las altas temperaturas de esta estación del año, con el noviembre menos frío de la última década, según el Servicio Meteorológico de Cataluña, han reducido un 10% las ventas de la ropa de invierno, según los cálculos de la Confederación de Comercio de Cataluña. En buena parte de los establecimientos aseguran que la venta de prendas más frescas ha compensado el descenso.

En el Zara de Rambla de Catalunya llevan dos años vendiendo menos abrigos de lo habitual, hasta el 20% o más, pero las perchas no están repletas de género porque las cadenas de moda tomaron buena nota de que se avecinaban temperaturas cálidas para el otoño y fabricaron menos chaquetones y cazadoras.

"En volumen vendemos los mismo porque la gente renueva igualmente su armario, pero compra otro tipo de prendas", explica Ana, una de las dependientas del establecimiento. La bonanza de este otoño tiene otros efectos. En uno de los mostradores reposan varias filas de pantalones de seda de distintos colores. Son de la temporada primavera-verano de 2007.

"Antes la ropa de verano llegaba en febrero o marzo, pero desde el año pasado nos llega en noviembre. ¡Quién me lo iba a decir a mí hace cinco años...!", exclama la empleada.

El secretario de la Confederación de Comercio de Cataluña, Miquel Àngel Fraile, explica que las prendas de abrigo representan el 15% del total de la ropa de invierno y que la caída de este género supone una pérdida del 10% negocio de los comerciantes. En su opinión, "los establecimientos pequeños no tendrán ningún problema porque hacen sus pedidos muy ajustados a lo que venden y no les va a sobrar género, pero los grandes del sector se pueden quedar con abrigos".

No es el caso de la tienda System Action del paseo de Gràcia, donde una de las dependientas explica que la baja de ventas en prendas de abrigo "se ha notado algo", pero se ha compensado con las compras de los turistas y las prendas más ligeras.

Un tipo de establecimiento inmune al cálido clima barcelonés es el de alto standing. Más de la mitad de los clientes de la gran tienda Burberry del paseo de Gràcia son turistas, y muchos, extranjeros acostumbrados a unas temperaturas en sus países de origen que nada tienen que ver con el suave invierno mediterráneo. Por ello las tradicionales gabardinas y bufandas de cuadros de esta firma británica se venden durante todo el año, según sus empleados. Como si hiciese frío.

Unos metros más arriba, en Armani, tampoco han vendido menos prendas de abrigo. La directora de la firma en Barcelona, Mercedes Albert, explica que venden abrigos incluso en verano dado el elevado peso de los extranjeros entre su clientela.

Rebajas

Los comerciantes se preguntan ahora cómo afectará el calor a las rebajas. Miquel Àngel Fraile prevé una buena campaña, ya que "habrá muchas prendas en venta y a precios muy apetecibles", aunque algunos comerciantes rechazan este extremo porque, con motivo de las altas temperaturas, son muchas menos las prendas que salen al mercado.

Algunas empresas, sobre todo del pequeño comercio a través de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar del Comercio (Comertia), se han planteado aplazar la fecha de inicio de las rebajas, que es el domingo 7 de enero. Otros sectores discrepan.

El nuevo consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet, que repite al frente de las competencias sobre comercio, tendrá que pronunciarse al respecto. El inicio de las rebajas lo marca la ley.