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Crónica:NO FUNCIONA
Crónica
Texto informativo con interpretación

A Renfe le han hecho vudú

Lluís B. es un lector quejoso de los servicios de Renfe. No por las averías, los retrasos o la falta de información, sino por el sistema de venta de billetes, que, en su opinión, es muchas cosas menos fácil para el usuario. Cualquier persona que desee viajar de Barcelona a Madrid puede adquirir de modo anticipado el billete de ida o de ida y vuelta, si lo prefiere. También lo puede hacer para ir a París o a Tarragona o Girona. Pero no para ir a Vic o a Blanes. El motivo es que no hay venta adelantada de billetes para los trenes de Cercanías. Un billete de este servicio caduca a las dos horas de haber sido expedido, se haya utilizado o no.

La madre de Lluís B. vive en Blanes y acude un par de veces al año a Barcelona. Es una mujer mayor que no tiene unas relaciones fluidas con las máquinas expendedoras de billetes. Al lector le sería muy útil disponer de un billete anticipado, de modo que cuando su madre vuelve a Blanes, él la llevaría en coche hasta la estación y ella, provista de billete, sólo tendría que subirse al tren. Pero no. Como no hay venta anticipada, la mujer tiene que sacar un billete en una máquina o hacer una larga cola ante una ventanilla.

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Renfe reconoce la situación y sugiere que la madre del lector podría viajar con una tarjeta T-10. No, responde Lluís B., porque no trae cuenta una tarjeta de 10 viajes si sólo se hacen dos, tres, cuatro a lo sumo. Pues no hay más soluciones, replica Renfe.

Se puede comprar un billete anticipado en el metro y en Ferrocarrils de la Generalitat, pero no en Cercanías, aunque tampoco en el autobús. En este caso el problema es menor porque lo expende el conductor. En el caso de Renfe, el motivo aducido es que hay aún muchas estaciones que no están cerradas, de modo que no se puede validar el billete para acceder al tren. Así que los ciudadanos que suben en estas estaciones podrían comprar un billete el 1 de enero y viajar con él todo el año si no coincidían con un revisor. Para evitar este fallo, de la propia compañía, se traspasa el problema al usuario.

Pero no es sólo éste problema el que afecta al sistema de venta de billetes de Renfe. La venta anticipada ha generado ya otras quejas. El sistema actual permite que cualquiera llame por teléfono y reserve los pasajes que le dé la gana sin tener que abonar un céntimo. Si no los retira en un plazo determinado, pierde la reserva. De modo que puede ocurrir que un usuario llame el lunes para comprar un billete a Madrid, París o Berna y le digan que el tren está completo, pero el martes haya disponibles decenas de billetes reservados previamente por alguien que luego ha decidido no utilizarlos. Y aún hay más. A. F. compró y pagó unos billetes con antelación. Olvidó durante unos días dónde los había guardado y trató de que Renfe le expidiera un duplicado. No debería de ser difícil porque los había pagado con tarjeta de crédito a su nombre. No es posible. Los billetes no son nominales. Si se pierden, perdidos están. Para siempre.

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Claro que, con tan escasa agilidad, Renfe también pierde clientes. Pero el déficit lo cubre el presupuesto; es decir, el ciudadano.

Para exponer quejas sobre la Administración o empresas públicas, pueden dirigirse a Catalunya@elpais, a la atención de Francesc Arroyo.

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