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El PA espera que su rechazo al Estatuto ayude a relanzar la marca andalucista en las municipales

Los nacionalistas dicen que tendrán presencia en los ayuntamientos de cinco capitales

Las elecciones municipales de mayo serán para el Partido Andalucista algo más que un examen: su primera cita en las urnas tras la salida del Gobierno de la Junta en 2004 medirá el grado de supervivencia de este partido, que no sólo tiene una dirección nueva, sino que ha redoblado su discurso nacionalista y se ha enfrentado con brusquedad a sus antiguos aliados. Consciente de lo que se juegan, los andalucistas se van a volcar en estos comicios con la presentación de 450 candidaturas (130 más que en los anteriores). Su previsión es tener representación en cinco capitales.

Las encuestas que manejan los adversarios del PA y algunos barómetros de opinión de Andalucía de otras entidades auguran un notable retroceso a los nacionalistas, fruto del desconcierto que ha causado su estrategia en la negociación de la reforma del Estatuto, a la que se únicamente se oponen ellos y votarán no. También advierten del desgaste que les ha supuesto la pérdida de presencia en la vida pública después de las elecciones autonómicas de 2004, en las que el PSOE obtuvo la mayoría absoluta y los andalucistas se vieron obligados a abandonar el gobierno de coalición que había durado ocho años.

Sin embargo, conforme en el exterior de los muros del partido se asienta la creencia de que el PA ha emprendido una alocada carrera al ostracismo, en el interior se vive con verdadera euforia el regreso al nacionalismo rotundo y se celebra como un hallazgo electoral la solitaria senda que han tomado en contra del Estatuto, con todos los partidos enfrente. El sábado, en una convención municipal que abrió la precampaña de las municipales, el secretario general, Julián Álvarez, ponía el énfasis precisamente en esto: llamaba al resto de las formaciones (PSOE, PP e IU) el "tripartito" e incluso afirmaba que tenían el mismo programa.

Una vez que el PP accedió a apoyar el Estatuto, el PA, según dicen sus responsables, respiró con alivio y se sintió liberado de un compañero de viaje que, en el caso de seguir en la fila del no, acabaría por tragárselo entero. La línea argumental tanto de la campaña del referéndum el 25 de febrero como de las elecciones locales de 27 de mayo será, en consecuencia, la fidelidad al ideario andalucista y la coherencia, premisas con las que el PA espera destacar y aprovechar un supuesto tirón del foco mediático que le facilita ser una rara avis. "Es verdad que nos jugamos todo en las elecciones municipales, va a ser el primer test, tenemos que demostrar nuestra salud y nuestra fortaleza", sostiene el secretario de Organización, Manuel López.

Y por lo que respecta a la preparación de candidaturas, al menos, el PA ha echado el resto: ya se han cerrado 450 listas, 130 más que en las anteriores elecciones, en la que también se batieron récords bajo la batuta del entonces secretario general Antonio Ortega. La puesta de largo de la campaña fue el mencionado acto de Córdoba, en el que también se vieron pegatinas del no al Estatuto, muy similares a las que se usaron contra la OTAN en el referéndum de los años ochenta, y se inauguró una sintonía electoral, además de los ejes del programa marco.

El número de candidaturas y, sobre todo, la previsión que del volumen global de concejales hacen los andalucistas llama especialmente la atención, si se tiene en cuenta que la crisis que originó el cambio de dirección de finales de 2004 se dejó sentir precisamente en los municipios: el alcalde de Almuñécar, Juan Carlos Benavides, se llevó el gobierno del consistorio y a toda la agrupación, y también se fue el ex teniente de alcalde de Algeciras, Patricio González, haciendo lo propio.

Disidencia

El grupo de ex militantes andalucistas, a los que se suman Pedro Pacheco, Juan Carlos Soriano o Javier Aroca, intentaron ensamblar una alternativa electoral a su formación matriz que finalmente no ha cuajado. Su condición de viejos enemigos, cuyas disputas públicas han llenado páginas enteras de elaboradas ofensas mutuas, han pesado más que cualquier otra cosa. Además, agrupaciones que antes eran del PSA (el partido de Pacheco) han vuelto al PA: son los casos de Chiclana, Coín, Velez-Málaga o Rota.

Los andalucistas esperan pasar de 650 concejales a 850, de 51 alcaldes a 75 o 80, y doblar también los gobiernos municipales en los que participan (de 15 a 30). Con las capitales también son optimistas. El secretario de Organización asegura presencia en Granada, Jaén, Almería y Córdoba, donde ahora no tienen representación, además de en Sevilla. "Aunque el discurso oficial del PSOE es que vamos para atrás, lo cierto es que en dos años se han creado 75 agrupaciones y vamos creciendo", concluye López.

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