Hay seguros demasiado baratos

En seis años, César Bardají ha dado la vuelta a Winterthur. Cuando se hizo cargo de la aseguradora, en 2001, perdía 154 millones. Al cierre de este ejercicio ganará unos 200 millones. A Bardají le hubiera gustado "ver crecer a la criatura", pero al ser comprada por Axa, deja la empresa. En su opinión, "no se deberían vender seguros por debajo de coste". También opina que en las compras "no se deben formar equipos directivos al 50% sino elegir a los mejores".

Bardají, que se ofreció para pilotar la unión de Axa-Winterthur en España, cree que "Internet no es un canal, sólo es una herramienta de venta"

Javier de Agustín, consejero delegado de Axa España, quedará al frente de la compañía fusionada a partir del 1 de enero de 2007. César Bardají (Barcelona, 1957), presidente y consejero delegado del grupo Winterthur España, echa la vista atrás antes de abandonar el puesto: "Dejo momentos alegres y otros ingratos, pero con buen sabor de boca".

Bardají reconoce que le hubiera gustado "ver crecer la criatura, ahora que está sana y fuerte, y que se hiciera grande en los próximos años". Pero no ha podido ser. En junio pasado, Axa anunció que pagaría 7.900 millones por la suiza Winterthur para convertirse en la primera aseguradora de Europa y la segunda de España, a distancia de Mapfre. La filial española es más pequeña que la francesa aunque más rentable.

Bardají confiesa que cuando se presentó la operación se ofreció para ser el primer ejecutivo, "pero se decidió que fuera Agustín. Me parece correcto y lógico". Este ejecutivo no quiere levantar ampollas y comenta que los responsables de Axa "han mostrado gran interés y curiosidad por conocer la valía de los responsables de Winterthur; seguro que más que si la operación hubiera sido a la inversa". Al final, en el equipo ejecutivo se ha colocado a dos personas de la firma suiza por cuatro de la francesa. "Hay cierto equilibrio. En estos casos no creo en la formación de equipos al 50%. Se debe colocar a los mejores", comenta.

Bardají está considerado uno de los primeros ejecutivos del sector, sobre todo por lo que reflejan sus cifras. Sin embargo, cuando llegó a la empresa -para levantarla, tras la presidencia de Josep Cercós-, era un advenedizo. Empezó a trabajar en 1975 en TMB, una empresa familiar, luego pasó a Procter & Gamble, y en 1984 se convirtió en responsable de productos Matutano, del grupo PepsiCo. En esta multinacional continuó hasta llegar a vicepresidente de marketing para el sur de Europa, entre 1998 y 2000.

Después de casi siete años en un sector tan singular como el del seguro, se manifiesta con autoridad sobre algunas cosas que no le gustan. Dice aceptar todo tipo de competencia y guerra de tarifas, "pero lo que no se debería hacer es vender por debajo de coste a sabiendas, y se está haciendo". ¿Ejemplos? No quiere señalar. Bardají afirma que en Winterthur no se bajaron las tarifas hasta que no descendieron los costes.

También es tajante sobre los canales de venta. "Internet no es un canal, es una herramienta de venta", y afirma que de cien personas que piden presupuestos sólo una cierra la compra. Sobre las claves del negocio, resalta el peso de autos, la fidelización de salud y los márgenes de hogar, comercio e industria. A los líderes del seguro, Bardají les pide mayor presencia institucional "por el bien de la industria".

¿Y ahora, donde irá? Este ejecutivo sonríe y asegura que no lo sabe. "Primero descansar en enero y analizar ofertas. Me inclinaré por aquel proyecto que sea fresco y atractivo. Puede ser en el mismo sector u en otro, porque creo que se puede dirigir las empresas utilizando el sentido común".