El Gobierno confirma que el pecio del 'Prestige' suelta fuel
Los asesores científicos del Ejecutivo del PP garantizaron que no habría fugas hasta 2025
El Prestige, hundido a 4.000 metros, ha empezado a vomitar el fuel que aún guarda en su estómago. El Gobierno confirma que las manchas de hidrocarburos aparecidas en la zona del pecio provienen del petrolero, pese a que el comité científico que asesoró al Ejecutivo de Aznar aseguró que no se registrarían fugas en los tanques hasta 2025. Otro equipo de investigadores vaticinó, sin embargo, que las primeras fisuras se producirían este año.
Los análisis de las muestras recogidas por el Instituto Español de Oceanografía han confirmado lo que los científicos de este organismo público temían. Las manchas de fuel de hasta dos centímetros de grosor que han aparecido en un área de 20 kilómetros sobre el barco hundido salen del pecio. El Gobierno central sostiene que el vertido no es preocupante "por su escasa dimensión" y por "la lejanía de la costa", e insiste en que, tras la operación de extracción de fuel que realizó Repsol, sólo quedaron en los tanques 700 toneladas, el 5% del total.
El Prestige se hundió a 250 kilómetros de distancia de la costa gallega el 19 de noviembre de 2002 con 37.500 toneladas de fuel en su interior. El Gobierno central pagó a Repsol más de 100 millones de euros para extraer el hidrocarburo de los tanques y sellar las fisuras. Según los datos oficiales, en el pecio sólo quedaron 700 toneladas de fuel que serían eliminadas con el tiempo gracias a un tratamiento especial con bacterias.
El comité científico que creó el Gobierno del PP en 2002 para evitar que el buque hundido se convirtiera en un foco de contaminación aseguró que la corrosión no provocaría grietas en los tanques, como mínimo, hasta el año 2025. El pronóstico no se ha cumplido. El reguero que mana ahora del pecio sí fue vaticinado por un estudio realizado en 2004 por los investigadores Antonio García-Olivares, del CSIC; María Jesús Marcos, Almudena Agüero y José Luis de Pablos, del Centro de Investigaciones Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat); y Bernd J. Haupt, de la Universidad de Pensilvania.
Los autores de la investigación, publicada en la revista Scientia Marina, argumentan que el plazo dado por el comité asesor del Gobierno no tuvo en cuenta la corrosión provocada por la bacteria Desulfovibrio desulfuricans, que destruye el acero a un ritmo de dos milímetros de espesor por año. Este dato, afirma el estudio, pronostica que las primeras fisuras deben aparecer en los tanques del pecio cuatro años después del hundimiento, un aniversario que se cumplió el pasado domingo.
Los cálculos y experimentos realizados por estos científicos concluyen que en el pecio permanecen entre 16.000 y 23.000 toneladas de hidrocarburos, una cifra que multiplica por 30 la cantidad estimada por el Gobierno. Los autores del estudio creen "imposible" que Repsol extrajera del buque el 95% del fuel. Los investigadores se remiten a los datos de otros hundimientos para afirmar que "un 30% siempre permanecerá allí [en el Prestige]".
El equipo científico que vaticinó las primeras fisuras en los tanques del pecio investiga ahora la velocidad y cantidad de fuel que libera el petrolero desde el fondo del mar. Los investigadores temen que al aumentar la corrosión se desencadene un "vertido brusco" que provoque otra catástrofe medioambiental.
Repsol no ha querido pronunciarse sobre el nuevo vertido. Fuentes de la petrolera explican que desde que sus técnicos extrajeron el fuel del pecio hace dos años "a instancias de la Administración, la compañía no ha vuelto a tener noticias del asunto". El Gobierno cree que la situación no es preocupante, pero ha decidido intensificar "la vigilancia y seguimiento" de la zona donde se hundió el Prestige "por si en algún momento fuera preciso poner en marcha alguna nueva actuación".
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