El 2º Saló del Llibre abre buscando su consolidación popular
El PEN Català acogerá durante dos años en Barcelona a un autor perseguido
"Allá donde he crecido, hay cosas en las que no te atreves ni siquiera a soñar, el entorno social puede condicionar mucho, incluso las ambiciones. Así que intento, a mi pequeña escala, escribir también para aquellas personas que no leen, que tienen ese complejo de inferioridad que les hace sentir que es algo de intelectuales". Así se confesó la jovencísima autora francesa de origen argelino Faïza Guène, cronista a sus 21 años de los tumultuosos barrios periféricos de París, en el parlamento con el que oficialmente se inauguró ayer la segunda edición del Saló del Llibre de Barcelona. Y los organizadores no pudieron escoger mejor pregonera dada la que parece ser su cada vez más clara opción por un evento popular, abierto al público, que permite la venta de libros y que aspira a superar los 60.00 visitantes de la edición anterior.
El ensordecedor ruido de un colectivo de niños que realizaban actividades en la sala anexa a la de la presentación fue una muestra de la ebullición popular del evento, pero que perjudicó la audición de los parlamentos oficiales. En ellos, el aún consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, calificó el salón de "imprescindible para la cultura catalana porque ver a la gente con libros en las manos es señal de una sociedad más fuerte". En esa línea, se aventuró a decir que "la Generalitat dará su apoyo en años venideros para consolidar el salón", consciente de que en esta edición está en juego su viabilidad. Un apoyo más genérico al libro realizó el presidente del Parlament, Ernest Benach, similar al que dieron el resto de autoridades, entre ellas el ministro de Exteriores, Cultura y Cooperación del Gobierno de Andorra, Juli Minoves.
El PEN Català aprovechó la primera jornada del salón para presentar el programa Escritor refugiado, que le permitirá acoger el 2007 en Barcelona, durante dos años, a un autor perseguido en su país por sus ideas. Barcelona entra así en la red de la Internacional Cities of Refuge Network (ICORN), creada el pasado junio y que, junto con el PEN Internacional, gestiona la idoneidad de los candidatos y traza su ruta por otras ciudades-refugio una vez finalizada su estancia en una de ellas. El Pen Català, con la ayuda de la Generalitat (lo que permitirá darle un salario al autor) y el apoyo del Ayuntamiento (que cede un piso y da escolarización a los hijos del autor, si es el caso) buscará actividades y hasta editores para los refugiados.
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