Elecciones en la República del Congo
El editorial de su diario del jueves 16 de noviembre sobre el resultado electoral en la República del Congo (RDC) es una muestra de todos los tópicos y estereotipos sobre los conflictos africanos. Comienza el editorialista refiriéndose a la "mal llamada República Democrática del Congo". ¿Se considera con más legitimidad que los congoleños para elegir el nombre del país? ¿Haría lo mismo en el caso de países con denominaciones confusas como Estados Unidos de América? A renglón seguido, al referirse a la región oriental del país como zona sin ley, achaca esa situación a los "señores de la guerra". ¿Se refiere, tal vez, a las empresas transnacionales que extraen las riquezas de la RDC y que usan la violencia para mantener esa situación? ¿Desconoce el editorialista los informes de Naciones Unidas sobre el expolio de los recursos y el papel de las empresas europeas y de los mal llamados Estados Unidos? Ninguna alusión a los beneficios económicos que Occidente obtiene del conflicto. Afirma a continuación que "no sirve de mucho la presencia en este rompecabezas étnico y tribal en el corazón de África de 17.000 cascos azules (...) en la más cara operación pacificadora de la ONU". Aludir a razones tribales para explicar el conflicto es una simplificación tan infantil que resulta extraña en su diario. Citar lo costoso de la misión de paz, sin haber hablado antes de otras cuestiones económicas relacionadas con el conflicto, y enfatizar, eso sí, la participación española en la misión, es muestra de la autocomplacencia y la visión banal cuando no colonial que aún subsiste en nuestro país y, lamentablemente, en su diario.
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