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Un joven hiere a 27 personas y se suicida en un ataque a su antiguo colegio en Alemania

Un total de 27 personas resultaron heridas en la mañana de ayer en la ciudad alemana de Emsdetten, en Westfalia, después de que un joven de 18 años cargado con explosivos entrara en su antiguo colegio, disparara a su alrededor con un arma de fuego y lanzase bombas de humo, para luego suicidarse. Once alumnos y profesores resultaron heridos por impacto de bala, y 16 policías tuvieron que ser atendidos por los efectos de bombas de humo detonadas por el atacante. Cinco de los heridos revestían gravedad, aunque la vida de ninguno de ellos estaba en peligro.

Vestido de negro, con una máscara antigas, dos armas en las manos y un cinturón lleno de explosivos, el joven entró al patio del colegio Hermanos Scholl a la hora del recreo, y comenzó a disparar contra alumnos y profesores. Después penetró en el edificio, depositó bombas a su alrededor y se mató. La existencia de explosivos en torno del suicida dificultó ayer el rescate del cadáver, ya que primero hubo que desactivarlos.

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El agresor, conocido por su afición a las armas y a los juegos de ordenador de contenido violento, anunció en su página de Internet su intención de acudir armado al colegio y vengarse. "Antes de irme os voy a dar una lección para que nadie me olvide. ¡Quiero que mi cara quede grabada en vuestras cabezas!", dice el joven en una carta de despedida ilustrada con fotos en las que aparece armado y vestido de camuflaje.

"La mayor parte de mi venganza estará dirigida contra el personal docente, porque fueron ellos los que intervinieron en mi vida y ayudaron a ponerme donde estoy ahora", explica en la carta. Al llegar al colegio quiso hacer amigos, añade, pero pronto se dio cuenta de que se le juzgaba por la ropa que llevaba o el móvil que usaba. "Entonces desperté. Me di cuenta de que en toda mi vida yo era para los demás el tonto y se reían de mí. Y me juré venganza", asegura. "Lo único que me enseñaron intensivamente en el colegio es que soy un perdedor", añade.

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