Las elecciones en Mauritania abren una transición a la democracia

Mauritania celebró ayer las primeras elecciones tras el golpe de Estado que en agosto de 2005 acabó con 21 años de régimen autoritario del anterior presidente, Maauyia Uld Taya. Estos históricos comicios, municipales y legislativos, son los primeros en el proceso de transición democrática del país, a los que seguirán las elecciones para el Senado, en enero próximo, y las presidenciales, previstas para dos meses después.

La participación fue alta, con largas colas a las puertas de los colegios electorales incluso antes de su apertura. Poco más de un millón de mauritanos estaban llamados a elegir la composición de 219 consejos municipales y a los 95 diputados de la Asamblea Nacional, en un país desértico de tres millones de habitantes, la mayoría analfabetos, que está entre los más pobres del mundo. La jornada, supervisada por unos 200 observadores extranjeros, se desarrolló sin incidentes. Se prevé que los resultados se conozcan en la tarde de hoy.

Las elecciones han sido convocadas por la junta militar constituida tras el golpe de Estado incruento del pasado 3 de agosto de 2005, que había prometido devolver el poder a los civiles en un plazo breve. En junio pasado, los mauritanos aprobaron por referéndum la nueva Constitución, que establece una limitación de dos mandatos para los futuros presidentes.

Al menos 28 partidos han concurrido a las elecciones a la Cámara baja. Muchos candidatos se han presentado como independientes, ante la prohibición de que se presentaran las formaciones islamistas, que están entre las más populares en esta república islámica.

El coronel Ely Uld Mohamed Vall, presidente de la junta militar gobernante, dijo, tras votar, que estaba "satisfecho de ver a los mauritanos emprender el camino de la democracia, (...) del desarrollo económico y de la estabilidad política". Aseguró que la junta militar ha mantenido una "neutralidad total", y reiteró que no se presentará a las presidenciales de marzo.