El Salón del Libro de Barcelona busca atraer al gran público con 285 actividades

Con la sensación de que este año es clave para el futuro del evento, el Salón del Libro de Barcelona iniciará mañana su segunda edición en la Fira de Montjuïc, que se cerrará el día 25. Conscientes de la necesidad de su consolidación, los responsables del evento han programado 285 actividades -"menos que el año pasado pero de mayor calado", explica el presidente del salón, Antoni Comas-, y acogen más expositores (190, frente a los 140 del año pasado) que representan a más sellos editoriales (427 frente a 325). "Queremos que sea un punto de encuentro anual para profesionales, pero sobre todo deseamos abrir el salón al gran público, rompiendo el tabú de que el libro es para intelectuales", define la directora, Núria Franquet, con el afán de igualar como mínimo los 60.000 visitantes del año pasado.

Esa dualidad de objetivos del salón es lo que incomoda, sin embargo, a una parte del sector y lo que explica que editoriales importantes no acudan con caseta propia y opten por delegar su representación en librerías o distribuidores, incrementando el número de coexpositores. Así, en esta edición son 90 las casetas de las editoriales, 25 menos que el año pasado.

Entre las ausencias repiten grandes grupos como Anaya (con las editoriales Alianza, Algaida, Tecnos, si bien sí está su filial catalana, Barcanova) y Santillana (Alfaguara, Suma...), a las que este año se ha unido Random House Mondadori (Plaza & Janés, Mondadori...). Algunos editores ausentes consideran poco definida esta feria y escasamente rentable, ya que más que un salón profesional está dirigido al gran público y, aseguran que "los números no salen". A juicio de Comas, "el salón está orientado claramente al público, y eso se ve en los concursos y hasta en las actividades profesionales, con nombres y actos muy populares".

Ese mismo argumento del público sirve al presidente para justificar la falta de presencia de editoriales extranjeras y la fusión entre editores y libreros. En cambio, admite que "la rentabilidad no es fácil" y que "si el salón no despega, si no se superan los 60.000 visitantes o no se factura más, habrá que reflexionar, aunque una tercera edición creo que estaría garantizada". Comas opina que la "sobrecarga de ferias" lastra esa rentabilidad del salón, que tiene un presupuesto de un millón de euros y organizan los tres gremios del sector: editores, distribuidores y libreros. El año que viene es un ejemplo: la celebración en Barcelona del Liber, que suele programarse a finales de septiembre, complicará por saturación el evento en un 2007 en el que, además, la Feria de Francfort se dedicará a la cultura catalana.

Abundancia de actividades

Los 13.000 metros cuadrados de este año, sin embargo, dan para mucho, entre otras cosas para acoger cerca de 200.000 libros, según los organizadores, en parte títulos de fondo de las editoriales. Esos libros puestos a la venta servirán de decorado, todas las mañanas, a un programa especial para escuelas, en el que destaca un taller de imprenta. En el ámbito de las exposiciones sobresale Literatura Beatles, exhibición de libros y publicaciones periódicas de todo el mundo sobre el mítico grupo y que ha compilado el beatletólogo Jordi Tardà. El primer batería de The Beatles, Pete Best, protagonizará el jueves un coloquio, seguido de un concierto. Carme Ruscalleda, Fermí Puig e Isma Prados serán, por su parte, los ínclitos cocineros de la mesa redonda Menús Literarios que se celebrará el sábado, uno de los días de más afluencia.

De más calado socioliterario es el diálogo del jueves entre el premio Nobel nigeriano Wole Soyinka y el escritor Russel Banks sobre los límites a la libertad de expresión. Quien lo desee podrá mostrar su solidaridad con el tema y encerrarse en una jaula a leer textos de escritores catalanes que han sufrido prisión. Un particular debate de Javier Cercas y Carles Porta con personas presuntamente implicadas en los temas de sus novelas y una reunión de Albert Sánchez Piñol con cinco traductores de su La pell freda, el sábado, sobresalen en lo literario.

La reivindicación también tendrá su ventana en el salón, por una parte, con un homenaje a la periodista rusa asesinada Anna Politkovskaia (viernes), en el que participará de nuevo Soyinka junto al periodista marroquí represaliado Ali Lmrabet, y por otra, un acto sobre el décimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos (sábado). En el ámbito profesional sobresalen los encuentros sobre traducción y traductores, los organizados por los bibliotecarios y la 15ª jornada de Ilustradores.

La exhibición de cine y literatura en corto, con proyecciones, el domingo, de cortometrajes de animación y ficción basados en obras literarias diversas y el joven pero consolidado Mercado Iberoamericano de Derechos Universales (MIDA) conforman la cuota audiovisual de un salón salpicado de presentaciones de libros, clubes de lectura y mesas redondas. Para acceder a todo ello habrá que pagar una entrada de dos euros, si bien las bibliotecas públicas de la ciudad disponen de pases gratuitos para sus usuarios.