Japón se divide por los tipos

Japón parece remontar el vuelo. El país asiático ha logrado controlar su deflación por primera vez en casi una década, con un nivel de crecimiento del PIB que podría rondar el 2,4% este año. No obstante, la reciente subida de las tasas de interés, hasta el 0,25%, y la intención del Banco de Japón de continuar con las alzas podrían ralentizar la consolidación económica.

El Gobierno se muestra partidario de mantener inalterables los tipos de interés, al menos hasta el primer trimestre del próximo año

Las previsiones indican que, durante el próximo año, el PIB de Japón podría crecer hasta el 2,1%, muy superior a la media registrada esta década

La segunda economía mundial podría completar su primer año sin deflación, después del estallido de la burbuja inmobiliaria a comienzos de los años noventa. Para este año fiscal 2006, que terminará el próximo 31 de marzo, el Banco de Japón ha pronosticado una inflación del 0,3%, y un 0,5% para 2007. Estos favorables datos han llevado al propio ministro de Finanzas, Koji Omi, a decretar oficialmente el fin del periodo deflacionario en octubre pasado.

El fin de la deflación llega en momentos en que el crecimientodel PIB ronda el 2,4%, según previsiones oficiales, impulsado por el despegue del consumo interno y al aumento de las exportaciones. Estas cifras consolidan un despegue postergado durante casi dos décadas de estancamiento económico, después del desplome del sistema financiero en 1990. Las previsiones indican que durante el próximo año, el PIB de Japón podría crecer hasta el 2,1%, muy por encima de la media registrada esta década.

Política expansiva

Esta favorable coyuntura ha permitido que el Banco de Japón subiera las tasas de interés en julio, por primera vez en seis años, hasta el 0,25%. Durante toda la década, Japón ha mantenido una política monetaria expansiva con tipos cercanos al 0% para intentar dinamizar el gasto interno, paralizado por la caída constante de los precios. En 2003, el consumo privado, que representa un 55% de la economía, creció sólo un 0,6%, casi una tercera parte del crecimiento del PIB registrado ese año.

Esta última semana, los principales responsables del instituto emisor han advertido que continuarán con su política de aumentar las tasas de interés de manera gradual. Con esto, el instituto emisor pretende ajustar y consolidar el incipiente crecimiento económico. Estas declaraciones se producen semanas antes de conocerse los datos de crecimiento económico del tercer trimestre del año. Las proyecciones de los economistas indican que, entre julio y septiembre, el país habría crecido un 1% anualizado, mientras que el consumo habría caído un 0,3%.

Frente a esta situación, el Gobierno, preocupado por la evolución del PIB y por la inflación, que en 2007 crecerá medio punto menos de lo esperado, se ha mostrado partidario de mantener los tipos de interés inalterables, al menos hasta el primer trimestre del próximo año. No obstante, los expertos no descartan que el banco central modifique los tipos antes de fin de año. Con todo, organismos internacionales, como la OCDE, esperan que el consumo privado nipón aumente un 1,7% este año y que lo haga un 1,6% el próximo curso.

Optimismo oficial

Pero el diagnóstico oficial es favorable. El Ejecutivo ha señalado en varias ocasiones que el riesgo de que la economía vuelva a la deflación parece muy reducido, gracias a que el sistema financiero ha ganado estabilidad y la economía ha reducido su exceso de capacidad productiva, empleo y deuda. La deuda japonesa supera el 150% del PIB, fruto de años de déficit fiscales que superaron el 5%. Las últimas cifras indican, sin embargo, que la economía del país ha registrado un superávit de un 9,4% en el último año. Los organismos internacionales han sugerido a Japón realizar mayores esfuerzos para controlar el gasto público y un plan más eficaz para aumentar la recaudación de los impuestos para poder controlar la abultada deuda antes de 2010.