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Reportaje:Viaje al corazón del narcotráfico marroquí

La flotilla de la droga zarpa de Nador

Cerca de 200 'zodiac' con base en una laguna marroquí junto a Melilla trasladan a diario toneladas de hachiís a España y Europa

"Ahora han aflojado el ritmo, pero en cuanto pase el trance zarparán con la misma frecuencia y tendremos el mismo ajetreo al caer la noche". Abderramán, dueño de una pequeña empresa pesquera, contempla desde la terraza de un café de Atalayón, a mitad de camino entre Melilla y Nador, la laguna de Mar Chica (noreste de Marruecos). A lo lejos se vislumbran media docena de zodiac ancladas, pegadas las unas a las otras.

Abderramán es, gracias a su trabajo, un observador privilegiado de cuanto acontece en Mar Chica, una laguna de agua salada de 115 kilómetros cuadrados, situada a los pies de Nador y conectada con el Mediterráneo por una boca de 120 metros de ancho.

"Cuando funciona con normalidad zarpan de aquí, varios días a la semana, decenas de zodiac -hasta 30 ó 40- que transportan entre una y cinco toneladas de hachís hasta las costas españolas", asegura el empresario pesquero. "En la temporada alta del verano casi desaparecen para no alarmar a los turistas".

Nador es, después de Casablanca, la ciudad de Marruecos con más dinero en sus bancos

"La casi totalidad de las embarcaciones utilizadas para las operaciones de alijo de droga en las costas españolas que parten de la zona norte de Marruecos salen desde ese punto", señalaba, en 2003, un informe de la Guardia Civil de Melilla, la ciudad española a sólo 14 kilómetros de Nador.

Desde hace tres años la situación, que se generó en 1999, no ha cambiado excepto que las planeadoras han, en algunos casos, rebasado España y depositado su cargamento cerca de Marsella, según fuentes del instituto armado.

En Marruecos, según un informe elaborado por sus autoridades y Naciones Unidas en 2003, hay 134.000 hectáreas dedicadas al cultivo del cáñamo, del que se producen al año 47.000 toneladas brutas, de las que, a su vez, se extraen 3.080 toneladas de hachís. Su valor comercial es de unos 10.000 millones de euros.

A 130 por hora

Abderramán y sus amigos cuentan que el hachís, procedente del Rif -el 27% de su superficie agrícola está dedicada a su cultivo-, se almacena en algunos de los edificios construidos al borde de la laguna, se carga en las zodiac cuando es aún de día y, ya de noche, éstas ponen rumbo a España a velocidades punta de 130 kilómetros por hora. Sólo un helicóptero puede darles el alto.

Son, en general, de la marca Compton Marine, de entre 12 y 16 metros de eslora, con casco de plástico reforzado con fibra de vidrio. Las propulsan hasta cinco motores Yamaha de 200 caballos cuya compra está restringida en Marruecos. Por eso son importados ilegalmente de la Costa del Sol. Su precio total alcanza los 300.000 euros. Carecen, por supuesto, de matrícula y están pintadas de negro para pasar inadvertidas.

A bordo viajan un piloto, que cobra entre 27.000 y 30.000 euros por travesía, un copiloto, pagado entre 5.000 y 6.000, y un tercer tripulante, encargado de echar gasolina a los motores, se embolsa entre 3.500 y 4.000 euros. A bordo llevan una treintena de garrafas y, a veces, dos o tres inmigrantes de toda confianza, es decir, del Rif, que se quedan en España, pero antes ayudan a descargar.

Con estos sueldos y los pingües beneficios que se granjea el traficante, "los narcos se han convertido, junto con los emigrantes, en un modelo social para los jóvenes de la provincia", se lamenta Tarik Yahya, presidente de la Cámara de Comercio de Nador. "Esto es pésimo para nuestro futuro".

¿Cuántas zodiac tienen su base en Mar Chica? "Antes, en torno a unas 200", responde Chakib al Khayari, que preside la Asociación Rifeña de Derechos Humanos, pero el 8 de noviembre, su número era sólo de 163. "Con la que está cayendo en Tánger y Tetuán (noroeste de Marruecos) hay algunos que han preferido quitarse de en medio durante algún tiempo y esconder la lancha", asegura.

Al Khayari alude a la represión desatada por las autoridades marroquíes a principios del otoño, tras la caída del barón de la droga Mohamed el Kharraz, que cantó los nombres de una veintena de cómplices en el noroeste del país -policías, gendarmes y militares- y, en Rabat, el del comisario Abdelaziz Izzou, responsable de la seguridad de los palacios reales. También fue destituido entonces el máximo jefe de la policía, el general Laanigri, pero, a diferencia de los demás, no ha sido procesado.

"En el noroeste, el tráfico de drogas se lleva a cabo con sigilo, pero aquí, en Nador, se hace a la luz del día ante la mirada de la gente", prosigue Al Khayari. "Mar Chica empieza a las puertas del Gobierno Civil", recuerda.

"Estas embarcaciones transitan por un puesto de control, lugar obligado de paso" para salir de la laguna y entrar en el Mediterráneo, explica este activista. La boca que da acceso al mar tiene 120 metros de ancho y "en uno de sus extremos se encuentra situado un punto de vigilancia de las Fuerzas Auxiliares" (cuerpo parapolicial), confirma el informe de la Guardia Civil.

¿Por qué, entonces, la policía no actúa para vetar la salida de las planeadoras con droga? Nabila Hadfi, directora de Al Obour As Sahafi, una publicación mensual de Nador, contesta midiendo sus palabras: "Los responsables de controlar la costa no hacen correctamente su trabajo".

Al Khayari va un paso más lejos: "La gente sospecha que las instituciones están implicadas en las operaciones de tráfico y comercialización" del hachís. "Se habla del apoyo brindado a los barones de la droga por influyentes responsables de las fuerzas de seguridad".

Abdellah Bendhaiba, que hasta septiembre fue gobernador de Nador, siempre negó, a preguntas de este corresponsal, que el narcotráfico fuera más intenso en su provincia que en Tánger o en Tetuán y que gozase de complicidades en su Administración.

"Ante la pérdida de esperanza de que las autoridades tomen cartas en el asunto", Al Khayari escribió hace un mes una carta abierta al rey Mohamed VI en la que le insta a "intervenir urgentemente". La misiva, silenciada por la mayoría de la prensa, le ha valido problemas con la fiscalía y la policía.

"No comprendo por qué se ha empezado una purga en Tánger y Tetuán y aquí todo sigue igual", se pregunta Al Khayari. "Es bastante fácil de entender", contesta el que fue durante años director de una sucursal bancaria en la zona y que insiste en que su nombre no sea publicado.

"Nador es el corazón del sistema del narcotráfico y golpearlo haría que las finanzas de Marruecos se tambaleasen", asevera el ex director de banco. Algunos datos tienden a avalar esta afirmación.

En un país donde muchas ciudades pequeñas de más de 10.000 habitantes carecen de sucursal bancaria, Nador y sus aledaños disponen de una tupida red de 95 agencias. "Que en un pueblo de 9.000 habitantes, como Selouane, haya tres bancos es algo insólito en Marruecos", recalca el ex banquero.

Plaza financiera

Más llamativo aún es que Nador -con 126.000 habitantes la ciudad y 700.000 la provincia- es la segunda plaza financiera marroquí por depósitos bancarios después de Casablanca, que ronda los cinco millones de vecinos y concentra el 45% del PIB de Marruecos.

En teoría, Rabat se intercala entre las dos ciudades, pero si se resta el dinero de las Administraciones públicas, colocado mayoritariamente en la capital, Nador ocupa el segundo lugar, según datos del banco central.

A la vista o en productos de ahorro, los bancos aglutinan en Nador 2.500 millones de euros. El saldo medio por habitante se sitúa en torno a los 3.500 euros, 11 veces más que en Casablanca.

De ese dinero sólo el 10% se concede en créditos en la provincia, mientras que cerca de 2.000 millones salen fuera. Así se enjuga, en parte, el déficit de la plaza de Casablanca, que asciende a 4.000 millones de euros. Por eso Nador y su excedente, muy superior al de ciudades más pobladas como Tánger o Tetuán, es una pieza clave del sistema financiero marroquí.

En su monografía de 2005 sobre Nador, la Cámara de Comercio de la ciudad reconoce sin tapujos la procedencia de esos fondos: "Algunos atribuyen la importancia de esos depósitos al predominio del dinero sucio [droga], del contrabando [con Melilla] y de las remesas de los emigrantes".

"Las sucursales de Nador", recuerda el ex banquero, "abren por la tarde para atender a los narcos que llegan con bolsas de basura repletas de fajos de billetes". "Si una tarde el narco trae, por ejemplo, 830.000 dirhams (76.570 euros), ingresa 800.000 y el resto será una propina a repartir entre el director y empleados de la agencia".

"Marruecos es uno de los pocos países del mundo donde uno puede entrar en un banco con una maleta de dinero y abrir una cuenta sin ser preguntado sobre el origen de esos fondos", reconocía, pese a ser afín a las autoridades, el semanario Maroc-Hebdo.

El Gobierno marroquí prepara una legislación contra el blanqueo de dinero y una circular del Banco de Marruecos, de diciembre de 2003, la anticipa, pero las medidas que establece apenas se cumplen.

Al margen del vacío legislativo, la lucha contra el blanqueo falla en Marruecos por tres razones, según una nota redactada en febrero por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI): 1a inexistencia de una Unidad de Inteligencia Financiera; la indefinición de competencias en la Administración en materia de lucha contra el blanqueo, y la deficiente formación de los funcionarios.

Las autoridades españolas y europeas atribuyen gran importancia a que Rabat ponga, por fin, todo su empeño en reprimir este fenómeno, del que, según la AECI, pueden aprovecharse los terroristas.

Una nota de la Representación Permanente de España en Bruselas señalaba, en noviembre de 2005, que a cambio del estatuto avanzado que la UE acabará otorgando a Marruecos, Rabat debe tomar cinco medidas. La tercera es la creación de una "Unidad de Inteligencia Financiera y la aplicación de las recomendaciones del GAFI", el grupo de la OCDE que lucha contra el blanqueo.

Cuentas de narcos en Melilla

"Antes de prodigar consejos, los españoles deberían barrer su propia casa", subraya el ex director de sucursal. "Comparada con la española, la banca marroquí es antediluviana y, además, en Marruecos hay control de cambios". "Por eso Melilla es la ventana al mundo de los bandidos de Nador, por mucho que la legislación española sea más coercitiva".

Cientos de campesinos analfabetos rifeños se han sacado un pasaporte, animados por la propina generosa de unos jóvenes de Nador, que con ese documento han abierto en Melilla cuentas corrientes de no residente, según indican fuentes policiales. El titular suele ignorar que posee una cuenta en la ciudad y son los jóvenes, que aparecen con firma autorizada en la misma, los que de verdad la manejan.

Hay pagos a los narcos por la entrega de la droga en Europa que se hacen directamente en Melilla, pero también muchos delincuentes cruzan la frontera para poner a buen recaudo sus ganancias. En unas diligencias efectuadas en febrero, la policía judicial de Nador relata, por ejemplo, cómo Mohamed Azhaf, que introducía a sin papeles asiáticos en Melilla, envió rápidamente a su cuñada del otro lado de la valla para que ingresase en una caja de ahorros andaluza 12.000 euros que acababa de cobrar de un paquistaní.

Hace ahora un año, la policía desmanteló en Melilla una red de blanqueo que había lavado al menos 350 millones de euros. El dinero, precisó el comunicado anunciando el desenlace de la Operación Saco, se manipulaba desde Nador. "Allí sólo se descubrió la punta del iceberg", asegura un agente del cuerpo superior que conoce bien la ciudad autónoma.

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