Rajoy reclama un rearme de la sociedad para volver a los valores de la familia y la libertad

Aunque queda en principio un año y medio para las elecciones generales, Mariano Rajoy realizó ayer algo muy parecido al arranque de una campaña electoral. Hubo promesas -30.000 nuevos policías y guardias civiles en tres años, más competencias en seguridad para la Policía Local y endurecimiento de las leyes-. También mensajes de fondo: consideró imprescindible un "rearme de la sociedad, una vuelta a los valores más profundos de nuestra civilización: la familia, la responsabilidad individual, la libertad, el respeto al otro, la tolerancia y la justicia".

Pero sobre todo una llamada a todos los cuadros de su partido, que le escuchaban en la clausura en Madrid de la conferencia de seguridad del PP, para que concentren sus esfuerzos no tanto en criticar al Gobierno como en proponer alternativas: "No queremos ganar porque el Gobierno lo haga mal, queremos merecer la confianza de los españoles, vamos a proponer una alternativa de verdad. Tenemos un proyecto moderado frente al radicalismo absurdo", sentenció.

A pesar del interés en lanzar este mensaje de moderación en el que se está concentrando en las últimas semanas, Rajoy también lanzó frases reconfortantes, a la vista de los aplausos, para los militantes que le escuchaban, recuperando incluso, indirectamente, el 11-M, aún sin citarlo: "El PP nunca utilizará la policía para hacer detenciones ilegales de militantes del partido de la oposición. Nunca amparará chivatazos a los terroristas. Nunca llevará a su sede al comisario de información para preparar una intervención en una comisión de investigación. Nunca amparará que se falsifiquen documentos policiales".

Además, como hace cada día, insistió en pedir al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que rompa el proceso de paz, le acusó de presionar a los jueces y ridiculizó el proyecto de la Alianza de Civilizaciones: "Dos años de trabajo, 34 folios, ¡el mundo está admirado!", se mofó.

El PP, y especialmente Rajoy, está muy interesado en lanzar el mensaje de la alternativa y para eso ha preparado cuatro conferencias sobre temas específicos: inmigración, seguridad, economía y modelo de Estado. Lo que sigue son algunas de las 200 propuestas en seguridad aprobadas ayer:

- Más policías en la calle. Aunque el propio Rajoy reconoció que él, como ex ministro del Interior, sabe que esto no es cuestión "sólo de más policías", se comprometió a aumentar en tres años en 30.000 los policías y guardias civiles y doblar en una legislatura el número de patrullas que hay en la calle. "Los guardias civiles estarán en la calle, donde quiere la gente, y no escondidos, como pretende Zapatero", señaló.

- Penas más duras. Para atacar delitos que aumentan como los secuestros express, los asaltos en viviendas y el robo con empleo de la fuerza en comercios, el PP propone, en caso de robos con violencia o intimidación, que la pena de prisión pase de 2 a 5 a entre 5 y 8 años, e incluso 10 cuando se trate de locales comerciales, como reclamaban los joyeros que han participado en la conferencia. En robos con fuerza en las cosas, la condena de 1 a 3 años aumentaría a una pena de 3 a 5 años si gobernara el PP. Para los secuestros express, penas no inferiores a 10 años de prisión. Además, propone duplicar las penas en casos de atentado, resistencia, desobediencia y falta de respeto cometido contra agentes de la autoridad.

- Menores a la cárcel al cumplir los 18. El PP pide consolidar la aplicación de la Ley del Menor sólo hasta los 18 años; rebajar la edad penal en casos de especial gravedad o multireincidencia; endurecer las medidas de internamiento, y que los menores puedan acabar de cumplir sus condenas en la cárcel al cumplir la mayoría de edad.

- Videovigilancia. El PP propone instalar cámaras en los espacios públicos que registren una especial conflictividad. También reclama incrementar los controles en las fronteras con países de la Unión Europea -a pesar del Espacio Schengen-.