"El mejor regalo para el PP sería que CiU gobernara Cataluña"

El primer secretario del PSC, José Montilla (Iznájar, Córdoba, 1955), participará hoy en el Comité Federal del PSOE en el que defenderá el nuevo acuerdo de las izquierdas catalanas para gobernar Cataluña y nombrarlo presidente de la Generalitat. Montilla rechaza que la reedición del tripartito lleve réditos electorales al Partido Popular, pues cree que la opción de la derecha española era Convergència i Unió.

Pregunta. En todo este proceso hay algo que ha puesto muy nervioso al PSOE: la presencia de ERC en el Gobierno y el miedo a que repita determinados errores.

Respuesta. Esta preocupación puede existir fuera de Cataluña y también en algunos sectores de la sociedad catalana. Pero estoy convencido de que todos hemos aprendido de los errores, también ERC. Y ahora hay voluntad en las tres formaciones de trabajar para dar estabilidad y seguridad al país a medio y largo plazo.

"Nadie fuera del PSC tiene más interés que nosotros en seguir ganando las elecciones"

"En el Congreso hay quien ve a CiU como un partido pequeño, pero es nuestro principal rival en Cataluña"

"Todos hemos aprendido de los errores del pasado, también Esquerra Republicana"

"El PSC ha optado por el tripartito sobre el convencimiento de que es lo mejor para Cataluña"

P. ¿Se ha sentido presionado en el proceso de negociación?

R. Yo he escuchado opiniones de todo tipo. No todas han sido favorables, pero esto es normal. Tanto dentro como fuera de Cataluña. Pero el PSC ha tomado su decisión sobre el convencimiento de que es lo mejor para Cataluña.

P. ¿Se ha sentido apoyado por Zapatero?

R. En general me he sentido apoyado, aunque siempre hay quien es escéptico o recela.

P. ¿Y al presidente Zapatero le ha encontrado receloso o más bien cercano al tripartito?

R. Él ya ha expresado su opinión, yo sólo hacía una reflexión de carácter general.

P. Esta semana, el secretario de política municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, dijo echar en falta una voz desde Cataluña y desde el PSC que entendiera las alianzas que pueda hacer el PSOE en España.

R. Esto no es verdad. Si repasan mis palabras recientes verán que no es así.

P. O sea, que se ha preocupado por el PSOE y por sus alianzas en el conjunto de España.

R. Evidentemente.

P. Pero ¿no crea disfunciones en el PSC que el PSOE busque una alianza en el Congreso con sus rivales convergentes?

R. En los últimos dos años y medio, el PSOE ha buscado siempre ampliar su base parlamentaria. Lo hizo primero con ERC e Izquierda Unida, después con el PNV, el BNG y Coalición Canaria y, después, con CiU. Me parece comprensible y lo comparto.

P. En las últimas semanas ha habido dirigentes del PSOE que han criticado el tripartito.

R. Una cosa son las filtraciones, o palabras atribuidas a los barones de no sé qué, y otra son declaraciones con nombres y apellidos que son las que cuentan: las del presidente del partido, del secretario general...

P. Pues los señores Bono, Chaves, Rodríguez Ibarra...

R. El señor Bono no es miembro de la dirección del PSOE.

P. En cualquier caso, los tres han dado su opinión no precisamente favorable a la constitución del tripartito. No sé si se extraña de que dirigentes del PSOE den su opinión después de que usted le pidiera a José Luis Rodríguez Zapatero que acudiera hasta media docena de veces a Cataluña para colaborar en su campaña.

R. Yo creo en la libertad de expresión. Son libres de expresar lo que quieran. Faltaría más. No es la primera vez que lo hacen. Pero la opinión del PSOE es la de sus órganos de dirección y sus portavoces autorizados.

P. Chaves, en una entrevista en la cadena SER sí habló para decir, aunque sin afán categórico, que la situación no era la mejor para el PSC y que se debía tener en cuenta que CiU había ganado.

R. Esto es una interpretación de usted. Si repasamos lo que dijo en aquella entrevista y en una rueda de prensa posterior no es exactamente esto. Chaves hizo unas declaraciones absolutamente respetuosas hacia nosotros.

P. Así pues, deben ser visiones sesgadas de la prensa lo que nos hace pensar que ha habido disonancias entre el PSOE y el PSC ante la reedición del tripartito.

R. Puede que no haya existido una coincidencia al cien por cien, pero esto es normal. En cualquier caso, es el PSC quien decide su política de alianzas en Cataluña.

P. Eso es cierto, pero también es cierto que en las elecciones generales los graneros de voto socialista han sido Andalucía y Cataluña y hay quien dice que...

R. ¿Quién es el que lo dice? A mí no me valen las conversaciones sin nombres y apellidos.

P. En política ocurre igual que en la Iglesia: las conversaciones en privado son más libres y acostumbran a traducir la realidad. Y esas conversaciones dicen que lo que vende en Cataluña es la marca PSOE, no la del PSC.

R. Nadie mínimamente solvente dice esto en público. Si lo dijera revelaría una total falta de documentación. Entre otras cosas porque nadie fuera del PSC tiene más interés que el PSC en que sigamos ganando las elecciones con el mismo margen respecto al PP y CiU por lo determinante que ello es como usted dice.

P. En la opinión pública española hay la percepción de que la reedición el tripartito puede perjudicar al PSOE y beneficiar al PP. Se ha dicho que el mejor regalo que se le podía hacer al PP es que el tripartito gobernara Cataluña.

R. No. El mejor regalo para el PP no es el tripartito sino que CiU gobernase Cataluña. Que CiU y PP sumaran mayoría en el Parlamento catalán. Porque, pese a las firmas ante notario, si hubiesen sumado, habrían gobernado.

P. En el PSOE parece que mucha gente no se crea que Convergència i Unió sea una fuerza política de derechas.

R. Sí, porque algunos de ellos ven Convergència i Unió en el Congreso como una fuerza pequeña, con 10 diputados sobre 350, y con el Partido Popular como principal adversario. Pero el adversario del socialismo catalán es principalmente CiU.

P. ¿Y esta situación tiene que explicarla mucho a sus compañeros del PSOE?

R. Yo creo que hay gente que lo sabe perfectamente y que sabrá hacer esta distinción.

P. ¿Cuándo tiene previsto abandonar la Ejecutiva del PSOE, si es que lo tiene previsto?

R. Si lo tuviera previsto ya lo sabrán en su momento.

P. Pero si no la deja da alas a las críticas de CiU en el sentido de que Esquerra ha hecho presidente de la Generalitat a un dirigente del PSOE.

R. Hay complejos que ya los superé hace muchos años o que, para ser más exactos, nunca he tenido.

P. Pasqual Maragall ha tenido una gran permisividad con el nivel de disonancias internas en su Gobierno. ¿Rebajará el listón?

R. Hay una voluntad común para formar un Gobierno sólido y cohesionado. Esto implica que los consejeros tengan muy claro que lo son del Gobierno de Cataluña, no de un partido. Dicho esto, el Gobierno será plural. Incluso mi partido es plural.

P. Hablemos de temas peliagudos. ¿Qué pasará con el traspaso a la Generalitat del aeropuerto del Prat y de Cercanías de Renfe?

R. Hay unas previsiones en el Estatuto que se tendrán que desarrollar en los próximos años.

P. ¿Cuándo?

R. Pues a lo largo de los próximos años. Quien crea que esto se hace en tres meses es que no tiene ni idea de cómo van estas cosas.

P. ¿Tienen ustedes alguna previsión de que en unos meses hay unas elecciones municipales y después las generales?

R. Pues sí, los que nos dedicamos a la política es normal que tengamos estas previsiones.

P. Imaginemos que ahora CiU comienza una carrera soberanista reclamando aplicar el Estatuto en tres meses. ¿Podrán sus socios de Esquerra Republicana aguantar esta presión?

R. Yo creo que podrá aguantarla, aunque debería preguntárselo a ellos porque en la vida todo el mundo aprende.

P. ¿Y ERC también?

R. Sí, creo que han aprendido.

P. ¿Y qué harán con el aeropuerto?

R. Desarrollar las previsiones estatutarias sobre aeropuertos.

P. ¿Cuándo?

R. En su momento

P. ¿En los próximos cuatro años?

R. Evidentemente.

P. ¿Se cometieron muchos errores en los últimos tres años?

R. Se cometieron algunos errores, sí, pero los objetivos y el contexto no eran fáciles. Había un Estatuto por hacer que requería el concurso del principal partido de la oposición. Había crispación y ataques a Cataluña y al Gobierno de Zapatero por parte del Partido Popular.