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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

España va bien

Bolsas de basura llenas de dinero negro, prevaricaciones varias y tráficos de influencias para recalificar y justificar comisiones injustificables animaron el En antena (Antena 3) del martes. Todas nuestras lacras económico-sociales se convirtieron en espectáculo. El degüello estaba justificado por la detención de Mayte Zaldívar, ex de Julián Muñoz, desbancada por el amor que su marido convicto le profesa a una reina de la copla que, en su juventud, fue viuda de España. No es ningún culebrón ni la segunda parte de aquella película de Berlanga Todos a la cárcel. Y, sin embargo, podría parecerlo, no sólo por sus ingredientes sino por las formas de exagerar la narración y enfatizar las situaciones dramáticas.

Como mandan los cánones del cotilleo disfrazado de periodismo de investigación, no se respeta la presunción de inocencia y, en horario infantil, desfilaron por el programa los siguientes conceptos edificantes: una presunta delincuente que despilfarra su dinero en hoteles y de la que se insinúa que no paga sus deudas, un coro de periodistas que azuzan la hoguera en la que van quemando las distintas brujas de la actualidad y un presentador, Jaime Cantizano, que tiene que ser muy bueno para que, al final de la faena, muestre la misma sonrisa y no tenga que lamentar ninguna cornada. "Hemos sobredimensionado la inteligencia de Mayte Zaldívar", dijo una de las tertulianas. Y, supongo que para compensar, se subestima la inteligencia del espectador.

Al anunciar que habían detenido a Zaldívar, el público del plató coreó un "oohhhh" similar al que se corea cuando un concursante falla una respuesta. Parecía que el circo no podía ofrecer más estímulos cuando apareció el ex comisario José Amedo enfrentándose al polígrafo, ese artilugio del que depende una verdad que ya no reconoce ni su madre. La escena resultaba tan grotesca que parecía un gag de Homo zapping. En pleno delirio, tuve el presentimiento de que en cualquier momento el ex comisario se levantaría y empezaría a disparar contra el polígrafo. Otra vez será.

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