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Un ex ministro surafricano defiende el diálogo multipartito en el País Vasco

Roelf Meyer, ex ministro de Defensa y Asuntos Constitucionales de Suráfrica, consideró ayer que Euskadi tiene "una oportunidad" para progresar en el proceso de paz y defendió la necesidad de mantener "conversaciones inclusivas" en las que participen todas las formaciones. El político surafricano, quien formó parte del Gobierno de ese país durante la transición del régimen de apartheid a la democracia, participa en el segundo Congreso Internacional de Derechos Humanos, que se celebra esta semana en el Palacio Euskalduna de Bilbao.

Meyer se reunió por la mañana con los dirigentes de EA Begoña Errazti, Unai Ziarreta y Rafael Larreina y, posteriormente, con el dirigente de la ilegalizada Batasuna Joseba Álvarez. Pese a la "crisis" y el "bloqueo" por el que atraviesa el proceso para el final de la violencia, Meyer insistió en que existe "una oportunidad para poder progresar en el proceso de paz". Tras las reuniones, Errazti pidió al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que dé señales "claras de su compromiso" con el proceso, mientras Álvarez pidió mirar al modelo surafricano, que él mismo ha estudiado en aquel país junto a otros dirigentes de la ilegalizada Batasuna, para que el proceso siga adelante como pasó allí "y no termine por estancarse".

Meyer percibe "una voluntad entre todos los partidos de avanzar en este proceso" y señaló la necesidad de que las formaciones mantengan "conversaciones en un espíritu de buena fe".

También intervino en la sesión de ayer el consejero de Amnistía Internacional Javier Zúñiga, quien defendió la necesidad de incluir en "cualquier acuerdo" materias relacionadas con "los derechos humanos, verdad, justicia, reparación". Antes, había defendido la creación de organismos independientes para hacer frente a la "pérdida de confianza en las autoridades" por parte de la ciudadanía en los procesos de paz. "Crear algo que tenga credibilidad", precisó.Zúñiga volvió a exigir la derogación de la ley de Partidos y del régimen de incomunicación de los detenidos por terrorismo. Y, con la misma firmeza, criticó los "hostigamientos, amenazas, extorsiones y violencia callejera" que proceden del mundo abertzale y apeló a la "voluntad política" de sus dirigentes para acabar con ellos. [Desconocidos lanzaron ayer pintura roja contra la sede del PSE en Durango].

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