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Vizcaya licita por 425 millones los cuatro primeros tramos de la 'Supersur'

La Diputación espera iniciar las obras la próxima primavera

La carretera más cara prevista hasta ahora en Euskadi, la llamada Supersur (1.290 millones de euros para 36 kilómetros), tiene ya licitados sus primeros cuatro tramos por más de 425 millones. La sociedad foral Interbiak, dependiente de la Diputación de Vizcaya, espera adjudicar las primeras obras en febrero para que estén ya en marcha la próxima primavera. Se trata de los más complejas al discurrir mayoritariamente en túnel.

Han pasado 18 años desde el primer esbozo de la Variante Sur Metropolitana, que pretende ser una alternativa a la A-8 para desviar el tráfico de travesía en Bilbao. Entonces se descartó por el elevado coste económico y medioambiental. Pero hace cinco años se retomó para desatascar la saturada A-8 después de que las tres autovías construidas en la última década no evitarán los continuos atascos en los accesos a la capital vizcaína.

El magno proyecto se ha divido en tres fases. Primero se acometerá la más cercana a la capital, entre Bilbao y Portugalete, que se pretende culminar para 2011. A partir de 2012, aunque todavía sin unas fechas definidas, se ejecutarían la segunda fase (Arrigorriaga-Galdakao) y la tercera (Trapagaran-Muskiz).

En la primera fase la inversión superará los 700 millones, según lo calculado en los proyectos de trazado de sus seis tramos. Ayer, la sociedad foral Interbiak, encargada de gestionar los proyectos viarios y el peaje en la A-8, aprobó la construcción y la licitación de cuatro de esos tramos. Son los más complicados, al discurrir de forma subterránea en su mayoría. En concreto, de los diez kilómetros de trazado, casi ocho discurren en túnel. La Diputación ha decidido iniciar las obras por estas zonas para ajustar el plazo de ejecución de toda la autovía.

Los cuatro tramos licitados tienen una previsión de coste de entre 88 y 126 millones de euros y totalizan una partida de 425,1 millones. El plazo de presentación de las ofertas concluye en febrero y el tiempo de ejecución de cada uno de ellos -se pretende la contratación con empresas diferentes para agilizar la construcción- es de dos años y ocho meses.

La Supersur será el primer proyecto viario en Euskadi que utilizará una nueva fórmula de contratación a precio cerrado, lo que traslada también la responsabilidad a los constructores, que deberán asumir posibles sobrecostes y la demora de los plazos de ejecución. En estos cuatro tramos los contratistas podrán elegir entre esta modalidad o la tradicional.

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La institución foral vizcaína mantiene su intención de que la primera fase esté abierta en 2011. La autovía será de peaje -habrá dos cabinas y un centro de control en Bilbao- y el canon será más caro que el de la A-8. No hay cifras concretas pero variará en función de horarios y trayectos para incentivar los viajes de largo recorrido.

El objetivo es que esta carretera absorba cerca de 42.000 vehículos y que sea utilizada obligatoriamente por el transporte pesado que transita ahora por la A-8. El Departamento foral de Obras Públicas y Transportes cree que el tramo Cadagua-Peñascal será el más complicado debido a la orografía y porque discurre debajo de la actual incineradora de basuras de Zabalgarbi y una mina.

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