Uno de cada cuatro accidentes laborales en la M-30 ocurre por sobreesfuerzos
CC OO atribuye 149 heridos de los 595 registrados en el tajo a las largas jornadas y a las prisas
Uno de cada cuatro accidentes con parte médico que sufren los obreros de la M-30 ocurre por culpa del sobreesfuerzo, según datos del propio Ayuntamiento que ayer hizo públicos CC OO. El sindicato lo atribuye a las largas jornadas y a las prisas. Desde que empezó la reforma de la M-30 en septiembre de 2004 y hasta el 31 de agosto de este año, han muerto cuatro obreros; siete han sufrido heridas graves y 584 han tenido un accidente leve. Además, el pasado septiembre falleció en la M-30 otro operario más. El Ayuntamiento replica que la media de accidentes en la M-30 está por debajo de la que hay en la región.
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CC OO presentó ayer los datos de siniestralidad de la reforma de la M-30 con información que le ha facilitado el Ayuntamiento de Madrid, según explicó Gerardo de Gracia, secretario general de la Federación Regional de Construcción del sindicato. Las cifras señalan que desde que empezaron los trabajos de reforma, en septiembre de 2004, y hasta el 31 de agosto de este año, en las obras de la M-30 -presupuestadas con 3.000 millones de euros y en las que trabajan 7.000 personas- ha habido un accidente que requirió parte médico por día laborable. Cuatro de ellos fueron mortales (a los que hay que añadir otra muerte más en septiembre de este año); siete fueron graves y 584 leves.
Pero en CC OO no terminan de estar de acuerdo con el informe que les ha facilitado el Consistorio. "Nos consta que muchos accidentes catalogados por el Ayuntamiento como leves en realidad son graves. Esa cifra de sólo siete accidentes graves en dos años en la M-30 es muy baja según nuestras estimaciones", puntualizaron. Así, los responsables sindicales aseguraron, por ejemplo, que un accidente en el que un trabajador sufrió una tetraplejia está catalogado como leve.
El sindicato achacó "a las prisas que tiene el Ayuntamiento por terminar la obra, con la imposición de ritmos de trabajo exasperantes" el hecho de que el 25% de los accidentes laborales de la M-30 ocurren porque los obreros realizan un "sobreesfuerzo". "El 25% de los accidentes pasan por culpa de las largas jornadas de hasta 16 horas a las que son sometidos los trabajadores", denunció De Gracia. De un total de 595 accidentes, 149 están relacionados con ese sobreesfuerzo, es decir, que no ocurrirían si el operario no estuviera fatigado o no afrontase una tarea por encima de su capacidad física, según el sindicato.
La cifra de un 25% de accidentes por sobreesfuerzo en la M-30 está muy por encima de la media en el sector, siempre según el sindicato. La media de accidentes laborales en construcción por sobreesfuerzo está sólo en el 3%; y el convenio del sector estipula además que la jornada laboral no puede superar las 40 horas de trabajo y de lunes a viernes. No se puede trabajar los fines de semana.
Pero muchos trabajadores de la M-30 hacen más horas de las permitidas, según denuncian los sindicatos y han reconocido varios obreros a este periódico. Esas largas jornadas y los ritmos de trabajo hacen que, por ejemplo, los trabajadores carguen con más peso del que pueden; sufran problemas oculares o respiratorios por estar mucho tiempo expuestos al polvo o se machaquen los dedos por ir más deprisa, según CC OO.
El Ayuntamiento replica que vigilan exhaustivamente el cumplimiento de la jornada laboral y que no les consta que haya turnos de trabajo ilegales. "El Ayuntamiento está presionando a las constructoras para que terminen las obras antes de las elecciones regionales y municipales de mayo de este año", criticaron desde CC OO. El Ayuntamiento contestó que en las obras de la M-30 "se están cumpliendo los plazos pero sin meter ninguna prisa a los trabajadores". "Desde que comenzó la reforma ha habido 89,9 accidentes laborales con baja por cada 1.000 trabajadores, por debajo de la media de la región [en 2005 hubo 115 accidentes por cada 1.000 obreros]".
Además, la comisión de vigilancia de las obras de la M-30, que está formada por sindicatos, empresarios y representantes municipales, ha visitado los trabajos "22 veces", según CC OO. "Durante nuestras visitas, hemos detectado que en el 65% de los tajos hay deficiencias, como falta de formación a los trabajadores; andamios sin barandillas; defectos en la maquinaria; trabajos en altura sin la protección suficiente...", explicó De Gracia.
Un informe de la consultora Currie&Brown, contratada por los bancos que prestaron el dinero para financiar la obra, advierte que tiene que haber una política de "accidentes cero". Este informe avisa también de que hay "fallos de seguridad" en los trabajos e insta a mejorar las condiciones de trabajo. Currie&Brown también denuncia que el aumento de la presencia de subcontratas ha hecho a su vez aumentar los accidentes. CC OO cifra en "un 95%" el número de obreros que trabajan para subcontratas en la M-30. "Para las constructoras principales sólo trabajan directamente el jefe de obra y los mandos intermedios", señalaron desde el sindicato.
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Un tetrapléjico, "herido leve"
Moussa Watara, ghanés de 22 años, llegó a Madrid desde su país hace un año. El 7 de junio se le cayó encima una maraña de hierro en la obra de la M-30. Ahora está ingresado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo y sufre parálisis de hombros para abajo "No sabemos que puede pasar si le dan el alta en este hospital; Moussa está sujeto a un respirador las 24 horas del día y hay pocos hospitales que den este servicio", explica Luis Miguel Marquina, su abogado.
CC OO mantiene que este accidente "ha sido catalogado por el Ayuntamiento como leve". Por el accidente a Moussa le va a quedar una pensión de unos mil euros mensuales con los que tendrá que pagarse una casa completamente adaptada a su falta de movilidad.
El último herido reposa con la pierna rota
Nino Mendieta es uno de los últimos heridos en las obras de reforma de la M-30. A este obrero ecuatoriano de 27 años, y a otros cuatro compañeros, se le cayó encima una estructura de hierro el pasado 8 de noviembre. El trabajador sufrió rotura de pelvis y de la tibia y el peroné de la pierna derecha. "Nino ya está mejor, le han dado el alta y se está recuperando en casa. No sabemos aún cuántos meses le quedan de baja", explicó ayer Douglas, su hermano.
El herido, cuando sufrió el accidente, apenas llevaba dos semanas trabajando en la obra. Acababa de llegar de Ecuador, su país, animado por su hermano que le había hablado de las posibilidades que había de encontrar trabajo en la construcción en Madrid.
Viuda, cuatro hijos y en busca de pensión
Gerinaldo Feliz González, dominicano de 36 años, murió el pasado 9 de septiembre aplastado en las obras del bypass sur. Gerinaldo murió un sábado, pero su muerte no trascendió hasta que días después un primo suyo denunció lo ocurrido a CC OO. Los sindicatos y la oposición (PSOE e IU) denunciaron que el Ayuntamiento de Madrid y la empresa que realizaba los trabajos se callaron la muerte para limpiar la imagen de la gran obra de esta legislatura.
Su viuda, Patricia Feliz, y sus cuatro hijos aún no han visto un euro de la pensión. "Estoy todo el día de papeleos, y por eso tampoco puedo ponerme a trabajar", se queja Patricia. De momento, ella vive gracias a la ayuda de su familia y comparte piso con uno de sus hermanos.
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