Dos nuevas averías causan retrasos en decenas de trenes de Cercanías
Un convoy rompe parte de las instalaciones de la estación de Sants
Renfe no levanta cabeza y el desánimo empieza a cundir entre sus dirigentes. El servicio de Cercanías sale a avería diaria de media y ayer se produjeron dos. La primera, sobre las 13.00, en Sants. Un tren se quedó parado a la entrada del túnel, en dirección a la plaza de Catalunya; causó destrozos en las instalaciones y bloqueó decenas de trenes. La segunda, a primera hora de la tarde, en Granollers. Afectó a tres trenes.
Pasaba una hora del mediodía y empezaba a ser ya hora punta cuando un tren procedente de L'Hospitalet de Llobregat que acababa de salir de la estación de Sants con destino a Blanes y Maçanet se quedó parado en plena vía. Estaba ya fuera de los andenes y se adentraba en el túnel, aunque no había salido aún en sentido estricto de la zona de la estación. Iba casi lleno y allí estuvo una hora aproximadamente.
Renfe y el ADIF tienen previsto modificar el sistema de comunicación con el usuario para que cualquier alteración del servicio pueda ser anunciada por megafonía en el interior de los trenes, y en el exterior, a quienes esperen en las estaciones. Pero la primera parte de este sistema no funciona aún. De modo que las personas que ayer esperaban dentro del tren averiado no recibieron ningún tipo de información durante la hora en la que estuvieron dentro. La empresa, en cambio, sostiene que el maquinista fue explicando verbalmente a los pasajeros que se había producido una avería y que se estaba trabajando para solucionarla.
Bloqueo de puertas
La intervención del maquinista fue la que permitió, al cabo, salir del convoy. Se trataba de un tren con doble composición (seis vagones, en lugar de tres) en el que viajaban unas 400 personas. El protocolo de seguridad impone que en estos casos las puertas queden bloqueadas para impedir que un pasajero salte a las vías. Pero se pueden abrir manualmente si se conoce el procedimiento. Eso fue lo que se hizo: abrir la puerta del último vagón, situado a unos metros del andén, explicó un portavoz de Renfe.
"La avería no afectó ni a la luz ni al aire acondicionado", señaló un portavoz de la compañía ferroviaria, "de modo que, dentro de lo incómodo de la situación, no estuvieron desatendidos".
De hecho, darles información era más que difícil. Ayer Renfe seguía investigando lo que había ocurrido. Y eso que la avería ya estaba solucionada desde, aproximadamente, las 14.40 horas. Pese a ello, los técnicos intentaban averiguar por qué un tren que pasaba por el mismo lugar que tantos otros produjo una avería que afectó al sistema de electrificación y a las señales.
El resultado fue que el trayecto entre Sants y la estación de la plaza de Catalunya quedó fuera de servicio. Y con él, las líneas que utilizan este corredor. Es decir, la C-1, que estaba cubierta por el tren que provocó la avería. Es la línea del Maresme, que va hasta Mataró, Blanes y Maçanet. También quedó sin servicio la línea C-3, que une Barcelona con Vic. La misma mala suerte tuvieron los usuarios de la línea C-4, que llega hasta Manresa, por un lado, y Martorell, por otro. Y finalmente, la nueva línea C-7, que discurre por el Vallès, enlazando las poblaciones de Rubí y Sant Cugat con Barcelona.
A la hora a la que se produjo la avería deberían haber circulado entre Sants y Catalunya unos 15 trenes, cuya marcha quedó interrumpida de inmediato. No obstante, al menos medio centenar de trenes más situados en otros puntos de la red quedaron igualmente afectados por la avería, de modo que los retrasos medios se situaron en torno a la media hora, aunque en algún caso fue de más del doble.
La segunda de las averías se produjo en Granollers, donde ya hubo un incidente la pasada semana. Si entonces el tramo entre Montmeló y Cardedeu quedó parcialmente inutilizado y hubo que circular por él en vía única, en vez de en doble vía, ayer el tramo afectado fue el que va de Montmeló a Granollers, que, pese a tener doble vía, sólo pudo funcionar con vía simple.
El tren produjo también desperfectos en las instalaciones, sin que Renfe pudiera precisar el alcance exacto del incidente, que empezó a las 15.05 horas y se prolongó durante media hora, aproximadamente.
En esta ocasión los afectados fueron sólo tres trenes, dos de cercanías y uno de media distancia que cubría el recorrido entre Barcelona y Girona. Los retrasos medios en estos trenes y en otros que sufrieron las consecuencias de la avería fueron de unos 20 minutos.
Lo notable de ayer es que ninguna de las dos avería está relacionada con las obras del AVE, que fueron una de las causas principales de las alteraciones vividas por el servicio de Cercanías durante los meses de septiembre y octubre.
La avería de Sants fue causada por el tren que circulaba, pero se produjo fuera de la zona donde se realizan los trabajos de la línea de alta velocidad. En el lugar en el que se produjo el problema de Granollers no se realiza trabajo alguno relacionado con las obras del AVE.
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