El tripartito catalán cierra esta semana su programa de gobierno

Los tres partidos de la izquierda catalana cerrarán a lo largo de esta semana el programa del futuro Gobierno de la Generalitat. Su pretensión es tenerlo listo antes del viernes, día en que se constituirá el Parlamento surgido de las elecciones del 1-N y se elegirá a su presidente. Éste iniciará inmediatamente las consultas con los partidos para la investidura del nuevo presidente de la Generalitat. El debate de investidura podría celebrarse los días 23 y 24.

El programa del futuro Gobierno que ha de presidir el socialista José Montilla está siendo elaborado por tres comisiones de dirigentes del PSC, Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA). Una se ocupa del bloque económico y territorial; otra se dedica al programa para el desarrollo del Estatuto de Autonomía y las reformas institucionales, y la tercera se ocupa del bloque compuesto por las políticas sociales. Este último es el que, a tenor de las declaraciones de Montilla, Josep Lluís Carod (ERC) y Joan Saura (ICV) va a marcar la orientación de la legislatura, a diferencia del anterior, cuyas energías fueron en gran parte absorbidas por la reforma del Estatuto.

El Gobierno presidido por Pasqual Maragall intentó acelerar la aplicación de algunos aspectos del nuevo Estatuto de Autonomía inmediatamente después de su entrada en vigor. Pero ahora no se espera que sea posible avanzar deprisa hasta después de las elecciones municipales de la primavera.

Uno de los dirigentes que negocian el nuevo programa, el viceprimer secretario del PSC, Miquel Iceta, rechazó ayer en su página web que, como no dejan de recriminar los portavoces de CiU y PP, los tres partidos de izquierdas acudieran a las elecciones con un acuerdo previo para gobernar conjuntamente. "No es cierto. Lo que sí es cierto es que la campaña desarrollada por CiU permitió madurar una decisión de forma mucho más rápida y sencilla de lo que habíamos pensado", explicó.

Iceta pidió a los dirigentes de CiU que reflexionen sobre las causas que les han impedido llegar a acuerdos con el PP, con ERC y con el PSC a pesar de haber ganado las elecciones, algo que ninguno de estos partidos ha dejado de reconocer.

El dirigente del PSC sugirió que una parte de la respuesta está en haber planteado la campaña electoral como un plebiscito contra la izquierda. Añadió que "no ha sido nada edificante el espectáculo de ir a Madrid a ganar lo que no se había podido ganar en Cataluña", refiriéndose a los esfuerzos de la cúpula de CiU para que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero forzara al PSC a pactar con la derecha catalana nacionalista. "Los que toda la vida han acusado al PSC de sucursalista intentaron infructuosamente sucursalizar la política catalana. Han cometido el típico error de quien termina por creerse sus propias mentiras", concluyó.

En cambio, el líder de CiU, Artur Mas, atribuyó en una entrevista en La Vanguardia la renovación del pacto de las izquierdas a que los dirigentes del tripartito comparten "una voluntad de aislamiento y de destrucción progresiva de CiU" porque "temen su capacidad de conexión con la sociedad catalana".