Barbarie en Palestina

Salgo de casa por la mañana y, como cada día, compro EL PAÍS. Espero al autobús para ir al trabajo. ¿Qué me deparará hoy el día? Corrupción en mi Comunidad, no hay novedad. Los profesores en la calle -como hija de docentes conozco su realidad-, ánimo. Y leo en la portada "Mi primo recogió los pedazos de mi hija" (de seis meses de vida). Me encuentro sobrecogida. Cuánto horror. Cuánto odio. Cuánto sufrimiento. Aunque me siento débil para leer la noticia entera, acudo a las páginas de Internacional. Las imágenes brutales. Es una fórmula matemática, la violencia engendra violencia.

¿Cómo continuaré hoy mi día? Quiero tenerlos presentes. No quiero desconectar de esta realidad que es también nuestra, aunque se nos muestra lejana. Ya han pasado varias horas, pero no puedo dejar de mirar la portada. Echo miradas esquivas, sigue ahí. Surge en mí, como cada día, una necesidad de actuar. Me queda grande. ¿Qué puedo hacer? Seguiré luchando en mi día a día con ilusión por hacer mejor mi mundo, mi entorno, con pequeñas acciones. Pero no os olvido, no les olvido, les tengo presentes. Mi día debe continuar.- María Fuster. Valencia.

Ayer he visto algo que me ha dejado helado: una joven madre palestina muerta en la morgue. No estaba sola, le acompañaban en su incomprensible muerte su hija e hijo de corta edad.

Diecinueve personas; ocho menores, siete mujeres y cuatro hombres murieron el miércoles bombardeados por el ejército israelí. Con estos asesinatos son ya 400 los civiles asesinados en los últimos cuatro meses.

Dicen los medios de comunicación que la comunidad internacional ha respondido con estupor ante estos hechos. Las palabras sobran, el pueblo palestino necesita algo más. Esto no puede continuar de esta manera. Israel desoye todas las resoluciones de la ONU: la 242 de 1967 que exigía la retirada de los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania. La 446 de 1979 que declaró ilegales los asentamientos israelitas en los territorios ocupados. La 605 de 1987 que exigía a Israel el cumplimiento de la Convención de Ginebra sobre protección de civiles.

No conforme con esto, asesina civiles, bloquea el dinero de los impuestos del pueblo palestino, mantiene encarceladas a miles de personas de este pueblo, incluyendo un gran número de menores. La inmensa mayoría de estas personas son civiles no combatientes y se encuentran secuestrados sufriendo prisión administrativa sin acusación judicial.

La Unión Europea no puede consentir esto, nuestros políticos no pueden consentir esto, nosotros, ciudadanas y ciudadanos, se lo tenemos que exigir. De esta manera, igual algún día logramos acabar con esta locura de Israel.- Juan Carlos Vázquez Velasco.