La Audiencia Nacional se inclina por condenar por amenazas a De Juana Chaos

La Audiencia Nacional se inclina por condenar al dirigente etarra Iñaki de Juana Chaos, que fue juzgado la semana pasada por delito de amenazas terroristas tras la publicación el 1 y el 30 de diciembre de 2004 de dos colaboraciones en el diario Gara, próximo al entorno de ETA. Aunque la sentencia no está todavía firmada, fuentes de la Audiencia aseguran que el tribunal ha llegado ya a un veredicto, si bien todavía faltan flecos por debatir. No obstante, las citadas fuentes indican que el terrorista será previsiblemente condenado a las penas solicitadas por el fiscal durante la vista.

El fiscal Fernando Burgos reclamó una pena de 13 años de prisión por delito de amenazas graves cometidas por un miembro de una organización terrorista. Alternativamente, y para el caso de que no fuera aceptada esa petición, el fiscal solicitó una pena de cuatro años por delito de amenazas menos graves en concurso con otro delito de enaltecimiento del terrorismo. Ésa es la horquilla en la que se mueve el tribunal, que ya ha descartado la petición inicial de la fiscalía -asumida por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT)- de 96 años de cárcel por pertenencia a banda armada y seis delitos de amenazas terroristas.

Los magistrados han descartado también absolver a De Juana, lo que es evidente, puesto que de lo contrario ya lo hubieran puesto en libertad. El etarra permanece en prisión preventiva desde enero de 2005, es decir, un año y 10 meses, lo que significa que, cuando menos, será condenado a más de dos años de cárcel. La pena que se barajaba como más probable ayer tarde era la de 12 años, 6 meses y un día, exactamente la pena mínima del grado medio del delito de amenazas cometidas por el miembro de una organización terrorista.

Discrepancias

Otras fuentes habían indicado la semana pasada que había ciertas discrepancias en el tribunal. Mientras dos de los magistrados se inclinaban por la condena de De Juana a la petición de pena más alta solicitada por el fiscal, el tercero abogaba por la libre absolución.

Los magistrados siguieron deliberando, tratando de acercar posiciones para lograr la unanimidad del veredicto. El magistrado que estaba en minoría trató de llegar a una solución intermedia basada en la petición alternativa del fiscal, es decir, cuatro años de cárcel por amenazas en concurso con enaltecimiento del terrorismo.

Sin embargo, las citadas fuentes señalan que técnicamente esa petición de amenazas en concurso con enaltecimiento es demasiado rebuscada y difícil de sostener jurídicamente, por lo que los magistrados que conformaban la mayoría, finalmente, habrían atraído a su postura al magistrado discrepante.

El tribunal tiene previsto notificar la resolución el próximo miércoles, aunque fuentes de la sala de lo Penal de la Audiencia precisaron que cabía la posibilidad de que la notificación se hiciera pública hoy, si todo estaba listo, con la finalidad de evitar filtraciones.

De Juana Chaos negó durante la vista que en la actualidad sea miembro de ETA y aseguró que nunca volvería a empuñar las armas si saliera en libertad.

El terrorista tiene ahora 51 años, de los que los últimos 18 los ha pasado en diferentes prisiones. De Juana, jefe del comando Madrid de ETA, es el autor de al menos 25 asesinatos consumados, por los que fue condenado a más de 3.000 años de cárcel.

El etarra se benefició de redenciones ordinarias y extraordinarias de penas previstas en el Código Penal de 1973 -que fueron eliminadas del Código Penal aprobado en 1995-, por lo que el cumplimiento definitivo de la condena estaba previsto para 2004. Sin embargo, la revisión de la legalidad de esos beneficios, algunos de los cuales fueron anulados, determinaron que su excarcelación fuera pospuesta primero a febrero de 2005 y luego hasta agosto de ese año.

Efectivamente, el etarra cumplió su condena tras haber permanecido en prisión desde enero de 1987, cuando fue detenido. Al no ser excarcelado y seguir en prisión preventiva, De Juana protagonizó una huelga de hambre de 63 días, que acabó poco antes del juicio.