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Reportaje:

El desembarco de Windows Vista

Microsoft presenta el martes a las empresas su nuevo sistema operativo. La versión doméstica llegará el 30 de enero

Patricia Fernández de Lis

Vista ya está aquí. Cinco años después de que Microsoft lanzara Windows XP, y tras múltiples retrasos y negociaciones con las autoridades antimonopolio, la compañía anunciará el martes la disponibilidad de su nuevo sistema operativo para las empresas (la fecha de lanzamiento para el usuario es el 30 de enero). Microsoft asegura que Vista cambiará la manera en que nos relacionamos con el PC, mejorando su seguridad, el trabajo en red y el manejo de la información. La compañía, que no ofrece previsiones de ventas, continúa con la política de integrar programas en su sistema operativo, aunque en la UE tendrá que lanzar un Windows Vista sin el reproductor Media Player.

Microsoft facturó el año pasado 12.200 millones de dólares gracias a Windows, y ganó 9.400 millones, el 65% de todo el beneficio del grupo
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Microsoft nunca había tardado tanto en actualizar Windows, presente en nueve de cada diez ordenadores. Habitualmente, la compañía lanza un sistema operativo cada dos o tres años. La excepción es Windows 95, que se publicó cinco años después de Windows 3.0. Fue el mayor salto tecnólogico que ha dado la compañía. Esta vez, Vista se ha visto retrasada por los problemas técnicos y las continuas negociaciones que ha mantenido Microsoft con las autoridades antimonopolio de la Comisión Europea. Pero la compañía asegura que Vista marcará también una época en la relación que mantenemos con los ordenadores.

"La principal característica de Windows Vista es que va a ayudarnos a pasar más tiempo haciendo las cosas, y menos pensando en cómo tenemos que hacerlas", resume Álvaro Morón, director de Estrategia de Plataforma de Microsoft Ibérica. "Es el PC el que se adapta al usuario, y no al revés". La compañía explica que se ha centrado en mejorar tres características de Windows: la claridad, la conectividad y la confianza. El primer cambio afecta al interfaz (aspecto) del sistema. Las ventanas que están abiertas en el PC son ahora translúcidas, y las carpetas que contienen la información son transparentes, así que se puede ver lo que contienen.

La compañía ha intentado mejorar, también, la gestión de la información dentro del ordenador. "El mayor activo es, a día de hoy, la información. Y ya no basta con recibirla y almacenarla. Los usuarios necesitan sacarle el máximo partido", dice Morón. Vista incluye la posibilidad de asignar etiquetas a los documentos e imágenes, tal y como hacen ya algunos servicios de Internet. Así, a cada foto se le puede asignar múltiples etiquetas ("vacaciones", "Roma", "2006", "otoño") al margen de la carpeta en la que estén guardados, lo que facilita su localización. Y Microsoft ha apostado fuerte, además, por las búsquedas. Vista incluye un buscador en el menú de inicio (el botón que aparece a la izquierda de la pantalla), que permite buscar en el PC y en Internet. Si, por ejemplo, escribiéramos la palabra "Madonna", aparecerían los documentos, vídeos, imágenes o canciones de la artista que tenemos almacenados, pero también, y si el usuario quiere, enlaces a buscadores y servicios (discos de Madonna en Amazon, la definición de Wikipedia...).

Vista introduce otras significativas novedades como, por ejemplo, una función de reconocimiento de voz . También introduce un monitor de fiabilidad, que informa del correcto funcionamiento del disco duro y avisa si comienza a fallar (para que el usuario puede hacer copia de seguridad) y una herramienta contra el spyware (programas espía).

Windows Vista rompe, en cierta medida, la tradición de Microsoft de lanzar versiones para el usuario profesional y el doméstico, y para diferentes tipos de ordenadores. "Antes estaban orientadas al PC; ahora lo están al uso que se hace de él", explica Morón. Para cada uno de los diferentes usuarios (empresarial y doméstico) hay dos versiones: básica y avanzada. En el mercado español, la compañía no ha hecho público aún el precio de cada una de esas versiones, que sí están ya fijados para el mercado estadounidense (véase cuadro). Lo que sí ha hecho la compañía es responder a las peticiones de los fabricantes de ordenadores, que, cuando supieron que Vista no estaría disponible hasta finales de enero, temieron un parón en las ventas del periodo navideño, el más fuerte del año. Así, Microsoft ofrecerá descuentos a los usuarios que se compren un PC en Navidad con Windows XP, y quieran actualizarse a Vista.

El triunfo del nuevo Windows es una incógnita, pero es vital para la superviviencia de la compañía de Bill Gates. A pesar de que Microsoft apuesta cada vez más por el mundo multimedia (con su sistema MediaCenter, la consola de juegos Xbox o su reproductor musical Zune), los analistas de Jykse Bank aseguran en un infirme que el año pasado Microsoft facturó 12.200 millones de dólares gracias a Windows, el 31% de las ventas y, lo que es más importante, ganó 9.400 millones, el 65% de todo el beneficio del grupo.

La compañía confía en que la bonanza económica y el crecimiento del mundo multimedia (fotografía, música y vídeo digital), y que el relativo fracaso de Windows XP en la empresa (muchas de ellas siguen funcionando con Windows 2000), tiren de la demanda de Vista. Sea como sea, Microsoft continúa integrando programas en su sistema operativo, una política que le ha costado dos casos antimonopolio en EE UU y la UE pero que, aparentemente, ya no está en discusión. En Vista, la compañía incluye un buscador, el navegador Internet Explorer 7 y el reproductor MediaPlayer 11. En la UE, la compañía tendrá que vender una versión sin MediaPlayer, tal y como le exige la Comisión, y que probablemente pase tan inadvertida como la versión de Windows XP sin reproductor que la Comisión le obligó a vender tras casi diez años de investigación.

Un acuerdo con Novell que fortalece a Linux

Eran enemigos de toda la vida. Microsoft y Novell llevan decenas de años peleando. Novell -especializada en el sistema operativo libre Linux, el gran competidor de Microsoft- era uno de los pilares del caso antimonopolio. O lo fue hasta que la compañía de Gates le pagó 415 millones de euros en 2004.

El pasado jueves, las dos compañías iban más allá y sellaban una importante alianza destinada a facilitar la relación entre los clientes de Linux y los de Windows. La idea es mejora la interoperabilidad entre ambos sistemas, que están muy presentes en las empresas; Linux en los servidores, y Windows, en los ordenadores personales de los empleados. Además, ambos colaborarán y promoverán el uso de los productos del otro.

El acuerdo está destinado a frenar la expansión de la otra gran compañía del mundo Linux, RedHat, y de Oracle, con quien Microsoft compite en las bases de datos de las grandes empresas y que, a su vez, ya anunció hace una semana un acuerdo similar con la propia RedHat.

Además, y según explicó el presidente de Microsoft, Steve Ballmer, "ayudará de verdad a solucionar la división que existe entre el mundo del software propietario y del código abierto [como Linux]".

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Sobre la firma

Patricia Fernández de Lis
Es redactora jefa de 'Materia', la sección de Ciencia de EL PAÍS, de Tecnología y de Salud. Trabajó diez años como redactora de economía y tecnología en EL PAÍS antes de fundar el diario 'Público' y, en 2012, creó la web de noticias de ciencia 'Materia'. Los fines de semana colabora con RNE y escribe, cuando puede, de ciencia y tecnología.

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