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Fin de semana

San Sebastián revisa la obra pictórica y escultórica de Hernández Mendizábal

"Los artistas somos trabajadores del arte y tenemos que dar al pueblo lo que recogemos de él", sostiene Tomás Hernández Mendizábal (San Sebastián, 1949), quien opina que en el mundo del arte hay "mucha parafernalia" y "mucho artista que habla mucho para decir poco". A lo largo de las cuatro últimas décadas, el creador donostiarra ha ido plasmando esta particular filosofía en su obra pictórica y escultórica, muy pegada a lo que sucede en las calles, barrios y fiestas de su ciudad. El resultado se puede contemplar ahora en la exposición antológica que acogen las salas Boulevard de Kutxa de la capital guipuzcoana.

Hernández Mendizábal es conocido sobre todo por su labor como diseñador gráfico. Ha realizado carteles para diversos eventos de la ciudad, como las regatas de La Concha o el Festival Internacional de Jazz. Una exposición en la sala Ganbara del centro Koldo Mitxelena ya repasó en 2003 esta faceta de su actividad. Faltaba por revisar su trabajo como pintor y escultor, quizá más oculto.

Unido a sus raíces

La muestra reúne un total de 155 piezas -92 pinturas, 47 dibujos y 16 esculturas- que recorren toda la trayectoria del autor donostiarra. Sus obras conectaron en un primer momento con el realismo social crítico, para pasar posteriormente a un realismo mágico paisajístico. Desembocó luego en la figuración y en la abstracción expresionista, mientras que en los últimos tiempos sus trabajos tienen un carácter más sintético y cubista, según explica el comisario de la exposición, el historiador del arte Edorta Kortadi.

En cualquier caso, Hernández Mendizabal siempre ha estado muy unido a sus raíces, de manera que sus producciones se centran en las celebraciones y en los deportes populares de Guipúzcoa, en los paisajes de San Sebastián y en las gentes de su ciudad, sean conocidas o no. Y en muchas de sus pinturas se aprecia con claridad la influencia de su trabajo como cartelista.

La espontaneidad marca el trabajo de este autor, que se deja llevar por las sensaciones que le causa la vida que transcurre a su alrededor. De hecho, da forma a la mayoría de sus cuadros sin realizar boceto previo alguno. "Tengo algo que decir y lo suelto", subraya. Eso sí, insiste en que el espectador es "el único crítico", el que va a recibir e interpretar las obras bajo los parámetros de "su propio mundo".

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Tomás Hernández Mendizábal. Pintura y Escultura (1961-2006). Salas de exposiciones Boulevard de Kutxa. Boulevard, 1; San Sebastián. Hasta el 10 de diciembre. Horarios: de lunes a domingo, de 11.30 a 13.30 y de 17.00 a 21.00.

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