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Švankmajer: "El cine hoy es como un anuncio para lucimiento de los actores"

El maestro checo de la animación recibe el Premio de la Semana de Terror a su trayectoria

Maribel Marín Yarza

Jan Švankmajer (Praga, 1934) está considerado como uno de los maestros del cine de animación. Pero él no se cree dentro de este género, ni siquiera se siente director en el sentido clásico del término. "A mi lo que me interesa es la imaginación", sentencia. "Por eso, a parte del cine me he dedicado a diseñar objetos, a hacer obras gráficas o collage". Lo ha hecho siempre desde los márgenes del arte, el surrealismo y la filosofía, porque no le gusta lo que ve. "No quiero ser categórico y decir que la imaginación no está representada en el arte actual. Pero siento que el cine es casi publicidad, como un anuncio para el lucimiento de los actores".

El cineasta presentó ayer en el marco de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián Šílení, una película ambientada en un asilo convertido en alegoría de la sociedad moderna. Se trata de un filme de género sobre la libertad, inspirado en dos relatos de Edgar Allan Poe y el Marqués de Sade. "La libertad en todas sus facetas es el único tema por el que vale la pena coger una pluma, un pincel o rodar una película", manifestó el realizador, autor también de Fausto (1994) y Conspirators of Pleasure (1996), entre otros títulos.

Švankmajer ha vuelto una y otra vez sobre esta temática a lo largo de su trayectoria. Quizá porque piensa que el arte debe nacer siempre de la experiencia. "Hoy el cine es una idea tras otra. Pero una idea no es suficiente para rodar, es demasiado superficial. Debe basarse en una vivencia". Y él ha vivido la falta de libertad. Dice que tanto durante el comunismo, como ahora que conoce la democracia. "Con la caída del régimen no han cambiado los temas de mis películas porque no ha desaparecido la represión en la sociedad. Sigue estando tan manipulada como antes o incluso más. Lo que pasa es que esa manipulación se hacía antes de una forma más primitiva y hoy más sofisticada".

Premio a su trayectoria

El realizador checo, un hombre que cree en la improvisación y la aplica en sus rodajes, recibió ayer en San Sebastián el Premio de la Semana a toda su trayectoria. Toda una contradicción para una persona que declara a los cuatro vientos que los galardones no deberían darse hasta pasados 100 años. "El arte no es objetivo, es todo relativo, al contrario que el resultado en una carrera de 100 metros", apuntó ayer. "Pero soy vanidoso y un premio así me hace ilusión". También el calor de un público que no le quita el sueño. "No puedo pensar en el espectador cuando hago mis películas, sería una especie de trampa, de engaño, sería una autocensura. Yo quiero ser auténtico y entiendo que no hago algo tan personal como para que el espectador no lo pueda entender", explica.

Jan Švankmajer es una de las presencias más notables en el festival donostiarra, que hoy proyectará en el Principal Origin. Spirits of the past, de Keiichi Sugiyama; Right at your door, de Chris Gorak y El almuerzo desnudo, de David Cronenberg, entre otras películas.

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