Laporta abre una polémica electoral al fotografiarse con Mas

El presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, abrió ayer una nueva polémica en la campaña electoral catalana al aceptar la invitación del candidato de Convergència, Artur Mas, de desayunar juntos en Barcelona, lo que se convirtió en una sesión fotográfica a la que fueron convocados los medios de comunicación.

A tan sólo cuatro días de las elecciones autonómicas, CiU dio un buen golpe de efecto con el encuentro entre Mas y Laporta en una cafetería de la Rambla de Catalunya, pero las críticas de otros partidos no se hicieron esperar y fuentes del Barça tuvieron que salir al paso asegurando que la polémica fotografía "no implica un apoyo electoral" a la federación por parte de la entidad azulgrana. Además, acto seguido Joan Laporta se vio obligado a concertar para hoy, en un ejercicio de equidistancia, una reunión con el candidato del PSC, José Montilla, para intercambiar impresiones. Fuentes del club no concretaron si este encuentro fue iniciativa del PSC o del Barça.

Al acabar el desayuno, el candidato de CiU trató de restar intención política a la entrevista y la circunscribió al ámbito "más personal", asegurando a los periodistas que la conversación sólo había tocado temas políticos "de forma sólo descriptiva" -Mas le explicó cómo ve la situación a la luz de las encuestas- y que habían "hablado un poco de todo, de manera completamente informal".

Tumbar al tripartito

Por la tarde, en un mitin en Lleida, Artur Mas aseguró que nadie podía imaginarse hace tres años el actual panorama político catalán, con un presidente en retirada, unas elecciones anticipadas y una Convergència "más fuerte que nunca" y con posibilidades de "dar la sorpresa" y "ganar" el próximo 1 de noviembre.

"Siempre hemos sido el enemigo al que batir. ¿Quién lo iba a decir hace tres años? Creían

que podían acabar con las posibilidades de que CiU volviese a ganar durante un montón de años", arremetió el candidato nacionalista. En vez de este escenario "tan ansiado" por socialistas, Esquerra e Iniciativa, añadió, ahora CiU "está a un paso de tumbar al tripartito". "Pero hemos de rematar la faena", reclamó.

Conscientes de que con sus fieles votantes no lograrán romper aritméticamente la suma de las izquierdas, tanto Mas como el democristiano Josep Antoni Duran Lleida se lanzaron a pedir el "voto útil" para CiU. "Cualquier voto que vaya a la urna de CiU servirá para que Mas sea presidente. Cualquier voto en las otras urnas, incluida la del PP, hará presidente a Montilla y el tripartito volverá a estar en el Gobierno" alertó Duran.

El líder nacionalista arremetió contra el candidato socialista, José Montilla, por haber afirmado a mediodía en Tarragona que Mas no puede ser presidente "porque quiere excluir a una parte del país". Mas le reprochó que no tenga en cuenta las políticas de integración llevadas a cabo por Jordi Pujol y la "acogida que le brindó una tierra de oportunidades como Cataluña tratándole como a un catalán nacido en Cataluña". "Si CiU no hubiese gobernado pensando en un solo pueblo y en un solo país, y hubiese trabajado por la integración y por la igualdad de oportunidades, ahora no podría ser candidato", le echó en cara. "Un poco más de respeto y de buena fe", remachó.