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Reportaje:

Las paces en femenino

Casi 300 mujeres analizan su papel en los procesos de paz en un congreso organizado por Emakunde en San Sebastián

"Las mujeres como tales no aportamos nada especial" en los procesos de paz, "sino que aportamos cuando estamos organizadas en movimientos que tienen una base feminista, en movimientos que dicen que éste no es el tipo de sociedad en la que queremos vivir", sostiene Debby Lerman, una feminista israelí que lleva más de 35 años participando en el movimiento de las mujeres contra la ocupación de Palestina por parte de su país.

Lerman es una de las ponentes del Congreso Internacional Mujeres generando las paces, organizado por el Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde, y que entre ayer y hoy reúne en San Sebastián a féminas de todo el mundo. El objetivo de esta cita es debatir el papel que han desarrollado históricamente las mujeres en los procesos de construcción de paz en el mundo y analizar la aportación que pueden hacer ahora al del País Vasco.

"Como mujeres feministas, decimos que guerra y violencia no crean nada"

"Como mujeres feministas, decimos que guerra y violencia no es la manera de construir un futuro mejor; que guerra y violencia no crean nada", insiste Lerman, miembro de Women in black (Mujeres de negro), movimiento internacional que organiza vigilias semanales por la paz desde la primera Intifada.

Esta activista israelí anima a los vascos a seguir adelante con el incipiente proceso de paz abierto en Euskadi "aunque las cosas se vean negras y los obstáculos sean increíbles". Y, sobre todo, aprovecha su presencia en el congreso de Emakunde, al que acuden casi 300 mujeres, para demandar el apoyo de la sociedad civil europea a su causa y decir "basta" a Israel. Porque "el gobierno de Israel, con el apoyo absoluto del gobierno de Bush y el apoyo silencioso e impotente de la mayor parte de las organizaciones europeas, está construyendo una próxima tragedia", advierte.

En este sentido, recuerda que "Israel ha cancelado cualquier tipo de negociación con los palestinos y no reconoce su gobierno legítimo, elegido por demanda israelí y norteamericana". Y además "está cerrando completamente Palestina, está anexionando territorios, está impidiendo el paso de cualquier tipo de recurso, sea financiero, médico, alimentario...", critica.

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Junto a Lerman -para ellas es importante hablar juntas-, la activista política palestina Amal Khreisheh solicita también el apoyo de Europa. "Pedimos que ayude a las fuerzas de paz, a las mujeres y a todos los grupos que trabajamos en Palestina e Israel para cambiar las condiciones actuales y llegar finalmente a un diálogo y a una negociación de paz entre el gobierno israelí y el gobierno legítimo de Palestina", subraya Khreisheh, una de las fundadoras del Comité Internacional para la Justicia y la Paz y del Jerusalem Centre for Women.

La antropóloga colombiana Olga Lucía Ramírez forma parte de la Ruta Pacífica de las Mujeres. "Nosotras creemos que el único camino" para resolver el conflicto colombiano es alcanzar "una solución política con una participación activa de la sociedad civil", afirma. Y aporta un dato revelador: "En los últimos cuatro años, EE UU ha aportado unos 4.000 millones de dólares para una solución militar y hoy el conflicto es aún más grave". Por eso insiste en que la solución no puede dejarse sólo en manos de los políticos y los militares, sino que hay que dar voz a "la sociedad civil organizada". "Ahí deberán estar las mujeres, que representan más de la mitad de la población, y las víctimas", destaca. En la misma línea, Etweda Cooper, miembro de Iniciativa de las mujeres liberianas, insiste en que "es muy importante que se escuche la voz de las mujeres en los procesos de paz".

Apoyo al camino abierto en Euskadi

Mujeres extranjeras que han vivido o viven conflictos en distintos países del mundo, y que ayer y hoy toman parte en el congreso Mujeres generando las paces, han consensuado un manifiesto a favor del proceso de paz en Euskadi, cuyo contenido darán a conocer este mediodía en el Kursaal.

El congreso se enmarca en los encuentros que Emakunde organiza cada año bajo el sello Sare (red, en castellano), que pretenden ser un foro de reflexión e intercambio sobre temas relacionados con la igualdad de género.

En esta ocasión el encuentro se detiene en el papel de las mujeres en los procesos de paz. Durante la inauguración del congreso, la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, alabó la labor que desde hace unos meses viene desempeñando la plataforma Ahotsak, en la que están reflejadas la mayoría de las sensibilidades políticas vascas, excepto la que representa el PP. Es "una iniciativa encomiable, honesta y valiente, que cuenta con el total apoyo del Gobierno y que, hasta el momento, ha sido la que mayor consenso político ha concitado en cuanto a los principios rectores y los objetivos del proceso de paz y normalización política", dijo.

Y reiteró que la paz y la normalización política en Euskadi suponen "respetar y reconocer la voluntad mayoritaría de la sociedad vasca" y "situar en pie de igualdad los sentimientos de identidad y todas las opciones y voluntades políticas".

La directora de Emakunde, Izaskun Moyua, insistió en la idea de que las mujeres deben estar representadas en los procesos de paz.

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