"El Pardo, Riofrío, Aranjuez... están al servicio de la gente"

Yago Pico de Coaña de Valicourt es, desde mayo de 2005, presidente de Patrimonio Nacional, el organismo estatal que administra desde Madrid los bienes de la Corona. Nacido en abril de 1943 en Madrid, donde se licenció en Derecho, es diplomático y ha dedicado su vida profesional a América. Embajador en Nicaragua y Colombia, desplegó delicadas misiones de mediación. Está considerado como uno de los diplomáticos que en mayor medida ha participado en el diseño y ejecución de la política exterior de España hacia América con diferentes Gobiernos. Patrimonio Nacional tiene a su cargo, entre otros bienes, 19.000 hectáreas de bosques y jardines -el 10% de la superficie boscosa regional- en parajes como El Pardo o El Escorial y decenas de edificios monumentales de la región, como el Palacio Real, el Monasterio de San Lorenzo o el palacio del Real Sitio de Aranjuez.

"Manejamos bienes muy preciados -154.000 objetos perfectamente catalogados- y un presupuesto cercano a 130 millones de euros"

"Todo el mundo puede acudir al Valle de los Caídos a un oficio religioso. Pero no puede ser, ni va a ser, escenario de actos políticos"

Pregunta. ¿En qué medida un madrileño de a pie puede verse beneficiado o perjudicado por su gestión al frente de Patrimonio Nacional?

Respuesta. Patrimonio Nacional gestiona bienes de gran valor, históricos, culturales y medioambientales, que conserva, rehabilita e innova. Son bienes que están, o deberían estar, puestos al servicio de la gente. Se olvida a veces que el pueblo, como sujeto activo, tiene que ser el foco y el foro de nuestra actividad. Si no servimos a la gente ¿para qué estamos aquí?

P. ¿Para qué cree usted?

R. El Pardo, la Zarzuela, Aranjuez, El Escorial... forman una buena parte de la extensión de Madrid. Lo que nos mueve es que la gente pueda disfrutar de estos bienes, los utilice y todos podamos aprender de lo que nos da la historia y lo que a nosotros y a nuestros hijos nos puede deparar.

P. ¿Qué legado recibió del duque de San Carlos, su antecesor?

R. Me explicó muy bien lo que Patrimonio Nacional era, las dificultades y lo que no le había dado tiempo de resolver. No me ocultó nada. Claro que, cada presidente tiene su propio estilo.

P. ¿Cuál es el suyo?

R. Creo que un hombre no hace nunca bien lo que se propone si no va acompañado de un equipo adecuado. Y ahí sí soy estricto.

P. ¿En qué medida?

R. Al equipo que muy pronto vamos a completar le exijo honradez, actitud de servicio acompañada de profesionalidad, la puesta en valor de lo que aquí se tiene entre manos e incorruptibilidad, porque manejamos bienes muy preciados -154.000 objetos todos perfectamente catalogados- y un presupuesto anual cercano a los 130 millones de euros. Ante las principales decisiones, acostumbro practicar el consenso con mi equipo.

P. De sus competencias, ¿cuáles son las más fáciles y las más difíciles de cohonestar?

R. En Patrimonio Nacional, con su peso específico, hay cuatro grandes funciones. La primera, de naturaleza cultural; la segunda consiste en la rehabilitación de edificios históricos y su cuidado; la tercera, el Medio Ambiente, respecto al cual esta institución se precia de tener a su cargo 19.000 hectáreas de bosques y jardines entre El Pardo, Riofrío, Aranjuez... Es como una bofetada de belleza. Bueno, pues todo ello está a disposición del disfrute de la gente. Y la cuarta gran función, la coordinación de los actos oficiales del Estado.

P. ¿Le ha servido su experiencia en América Latina para acceder al cargo?

R. Este cargo es fruto de un consenso. Aquí ha habido un conjunto de cosas. Una de las fundamentales es que los bienes de la Corona están a disposición de la gente y que la Corona conserva su derecho de uso. Alguien tiene que gestionar estos bienes, de ahí el consenso entre el partido del Gobierno, a través de la Vicepresidencia, y Su Majestad el Rey. Éstas son las dos claves. El uso que hace la Corona de los bienes y las disposiciones de Presidencia.

P. ¿Qué va a pasar con el museo de Colecciones Reales?

R. De los tapices, vamos a colocar en su interior los mejores de los 2.200 de los que Patrimonio dispone, una de las más importantes colecciones del mundo; también los carruajes: junto con Lisboa, contamos con los mejores de todo el siglo XIX; asimismo, una serie de obras de arte hoy dispersas entre el Museo del Prado, iglesias y embajadas.

P. ¿Qué queda para que el museo de Colecciones Reales se ponga en marcha?

R. Cuando hablo de consenso no sólo me refiero al político, sino también al cultural. Nos hemos reunido con las Reales Academias, con Colegios Profesionales como el de Arquitectos, con el Consejo de España... a todos les hemos explicado en qué va a consistir. También hemos conversado con los mejores expertos en tapices y vamos a hacerlo con los museógrafos. En 2007, por cierto, vamos a llevar gran cantidad de piezas de la armería del Palacio Real a China. En fin, los partidos políticos saben de nuestros planes y, como se trata de un proyecto de Estado, es preciso el consenso.

P. ¿Qué instrucciones ha recibido sobre el Valle de los Caídos?

R. Hay que partir de la base de que el valle no procede de ningún bien de la Corona. Se trata de una entidad que, por una disposición transitoria a la ley de 1982, fue adherida a Patrimonio Nacional. Del Gobierno no he recibido instrucción alguna. Nadie me ha dicho nada. Cuento con plena autonomía.

P. ¿Delicada autonomía?

R. Nosotros gestionamos las entradas, el taquillaje y, sobre todo, los bosques adyacentes a Cuelgamuros. Luchamos contra los incendios. Todo el mundo puede acudir allí a un oficio religioso, jamás lo impediríamos. Pero no puede ni va a ser escenario de actos políticos.

P. Del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, ¿qué tiene que decir?

R. Hemos hecho alegaciones porque La Herrería estaba dividida en tres zonas y nuestro esquema es integral. Cada vez que la ley plantea un plan de protección nos encontramos con que desde aquí ya estábamos cumpliendo las directrices medioambientales.

P. ¿Qué ámbitos ecológicos conciernen a Patrimonio?

R. De los 206 ejemplares de árboles singulares catalogados por la Comunidad, 56 pertenecen a Patrimonio; de las 94 especies catalogadas, 36 de ellas están en terrenos de Patrimonio y 17 con criterio de exclusividad... rebollares, pinos, pinsapos, secuoyas europeas, como en la Casita del Príncipe... Y todo ello en manos de guardas y jardineros que aman su profesión y son depositarios de saberes tradicionales, que conocen a la perfección. Tenemos planes específicos contra incendios, cinegéticos, de mejora forestal, contra la erosión del suelo...

P. ¿Qué hay del Palacio Real?

R. Bajo palacio, existe un espacio singular, una suerte de catedral. Hemos llegado a un acuerdo para tender tres kilómetros de los archivos de Palacio sobre ese espacio, que presenta un repertorio magnífico de arquitectura.

P. ¿Qué situación le gustaría legar a su sucesor?

R. La de la culminación del Museo de Colecciones Reales.