Carod intenta recuperar la equidistancia entre CiU y el PSC

Por vez primera en esta campaña, Esquerra Republicana (ERC) llenó al completo ayer un local grande, el nuevo Auditorio de Girona, con algo más de 800 personas, y sus líderes, Josep Lluís Carod y Joan Puigcercós, protagonizaron un mitin cálido, con aplausos y vítores como los que recordaban de anteriores campañas e incluso un final con gritos de "indepedencia, independencia". Ambos líderes se esforzaron en marcar de nuevo la equidistancia entre CiU y el PSC, después de que el pasado viernes Carod quedara alineado con la izquierda en el debate de los cinco primeros candidatos por televisión.

Animado por el ambiente, Carod afirmó que de todos los candidatos que encabezan las listas de los cinco grupos parlamentarios, él es "el único que desde pequeño quiere ser presidente de la Generalitat", con lo que arrancó fácilmente la ovación de la audiencia. De los otros candidatos a la Presidencia dijo que hay uno "que tiene miedo de no lograr alcanzarla nunca", aludiendo al de CiU, Artur Mas, y otro "tiene miedo de lograrlo", en referencia al del PSC, José Montilla. De los otros dos, Josep Piqué, del PP, y Joan Saura, de Iniciativa Verds-Esquerra Unida (ICV-EUiA), dijo que "se lo miran de lejos" porque no tienen ninguna posibilidad.

El candidato de ERC define a Mas como alguien "interesado en destruir"

En un esfuerzo para mostrar un perfil propositivo, Carod reiteró en su intervención una idea que lanzó el viernes en el debate televisado. Emplazó a los otros partidos catalanes, incluido el PP, a "formar un único grupo parlamentario en Madrid para defender conjuntamente los intereses de Cataluña" en las cuestiones "básicas", las que cabe definir como de "interés nacional".

Pero, aparte de reivindicar la actuación de los consejeros de ERC en el Gobierno tripartito, que constituye la parte principal en todos los mítines de esta campaña, tanto Carod como Puigcercós se esforzaron en distanciarse de todos los demás partidos, también del PSC y de Iniciativa.

Carod aludió a Mas como un candidato "interesado en destruir" y acusó reiteradamente al lider de CiU de "haber vendido" el Estatuto a cambio de una foto con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. De Montilla afirmó que no cree en el catalanismo del primer secretario de los socialistas catalanes mientras no tenga grupo parlamentario del PSC en las Cortes. Es decir, mientras no se separe del grupo del PSOE. De los socialistas criticó también que el lema de campaña, Hechos, no palabras, no se corresponde con la actuación de Rodríguez Zapatero, que prometió aprobar el proyecto de Estatuto que Cataluña remitiera a las Cortes "y luego se pasó este compromiso por el arco triunfal".

El candidato que encabeza la lista en esta provincia, Pere Vigo, arrancó también una ovación al afimar que "Girona es la capital del independentismo catalán". Es el feudo de Puigcercós, secretario general de ERC, que forma esta vez tándem con Carod y fue acogido con un aplauso clamoroso, que marcaba la predilección del auditorio.

Puigcercós se concentró en denunciar un eventual pacto parlamentario o de gobierno entre CiU y PSC, lo que se conoce como sociovergència. "Nos quieren hacer el cruzado mágico", dijo, "repetir con el PSOE lo que hicieron Jordi Pujol y José María Aznar: tú me aguantas aquí, yo te aguanto allí".

Esquerra rechaza del todo esta opción, que la dejaría fuera del Gobierno. "No lo queremos. Queremos que el Gobierno de Cataluña se decida en Cataluña", afirmó, "y la manera de saber si el Gobierno de Cataluña se pacta en Madrid será ver si Esquerra está en él o no. Si no está, es que se ha decidido en Madrid".

Una buena parte de los ataques de Puigcercós se concentraron ayer sobre Iniciativa Verds y su candidato, Joan Saura. Las expectativas de ascenso electoral de Iniciativa que coinciden en señalar los sondeos han llevado a ERC a atender también este frente. "Se llaman ecosocialistas, pero es porque son el eco de los socialistas", dijo. Pero acto seguido agregó: "No son más que una muleta, no aspiran a nada más". No contento con esta aclaración criticó también la gestión de la Agencia Catalana del Agua, un organismo del Departamento de Medio Ambiente que ha sido dirigido por dos consejeros de ICV durante la legislatura del tripartito.