El PSE asegura que no apoyará los presupuestos de 2007 a cambio de "calderilla"

El PSE-EE trató ayer de fijar su posición frente a la inminente negociación de los presupuestos autonómicos, después del respaldo dado en el Congreso al Gobierno socialista por el PNV y la afirmación de portavoces de este partido de que esperan un gesto de reconocimiento recíproco en las cuentas del tripartito.

El portavoz socialista, José Antonio Pastor, descartó, como el año pasado, que el acuerdo en Euskadi vaya a producirse como un ejercicio de "mimetismo" y declaró que "no hay ningún compromiso firmado que obligue a hacer lo mismo aquí", aunque declaró a su grupo dispuesto a abrir la negociación con el Gobierno.

Pastor destacó que la retirada de la enmienda a la totalidad del PNV al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado "no ha sido un ejercicio altruista de generosidad política, sino basado en la obtención de contrapartidas económicas". El PSE-EE usará ese mismo criterio aquí, vino a anunciar. "No estamos en la misma situación política [que el año pasado] y la negociación con el Gobierno vasco, en caso de prosperar, no va a ser con calderilla o a la baja", aseguró.

Las contrapartidas que, como el PNV en Madrid, piensa el PSE pedir en Euskadi, fueron definidas por Pastor como "troncales". En concreto, mencionó la renta básica, la educación y la innovación tecnológica. Pastor anunció por la mañana que esperaba para ayer mismo la llamada de la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, para iniciar los contactos, y así ocurrió.

Los grupos parlamentarios se entrevistarán con ella y su equipo a lo largo de la semana próxima para hablar del proyecto de presupuestos, que debe entrar en la Cámara el día 31 de este mes. Probablemente ese mismo día lo apruebe el Consejo de Gobierno.

Reuniones con los grupos

Zenarruzabeitia expondrá las líneas generales del proyecto de ley a todos los grupos, pero fuentes de Vicepresidencia indicaron a Efe que "la lógica más elemental" conduce a pensar "que las actitudes políticas que unos mantienen en un sitio y otros en otro debería guardar una mínima correspondencia", lo que resulta indicativo de que el Gobierno pone sus expectativas en el PSE.

El acuerdo para 2006 fue el primero que dio a un Gobierno de Ibarretxe unas cuentas holgadas, pero tanto EA como EB y parte del PNV lo abordaron con desgana indisimulada.Nada más anunciarse, portavoces de esas fuerzas y la propia vicelehendakari se apresuraron a minimizar el alcance de las concesiones a los socialistas a cambio de su apoyo. A principios de septiembre, Pastor enfriaba las posibilidades, pero tras el acuerdo con el PNV en Madrid parece difícil que el resultado en Euskadi pueda ser otro. La vicelehendakari, que el año pasado inició las conversaciones a principios de septiembre, ha esperado esta vez a que se despejara la negociación en el Congreso de los Diputados.