Los 20 minutos más largos

Son casi las cinco y media de la tarde. En la plaza de Barceló esquina con la calle de Fuencarral. La ONG Madrid Positivo instala su tenderete. En una caseta se facilita información sobre el sida; al lado, en una furgoneta, un hematólogo y una enfermera hacen pruebas del sida (VIH) a todo el que lo solicita.

Javier llega nervioso, apurando un cigarrillo. Tiene hora para hacerse el test. Intenta pasar inadvertido ante los curiosos que rodean la zona, pero una de las enfermeras lo reconoce y enseguida le dirige hacia el interior de la furgoneta en la que un aparato, en apenas 20 minutos, resolverá su tortura. "¿Me habré contagiado?". "Si esta furgoneta hablara...", dice Jorge, el hematólogo. En el interior del vehículo los médicos sacan sangre y los pacientes esos secretos que tanto cuesta confesar.

La prueba es mucho más rápida que la habitual y totalmente confidencial

"Tengo 29 años y pareja desde hace tres", explica Javier. "Soy feliz con ella, pero mi chica y yo tenemos problemas, como todos, y a veces le soy infiel. Por eso necesito hacerme la prueba. No quiero hacerle daño".

El médico escucha a la vez que prepara el instrumental para realizar el test. Javier prosigue su confesión y ya más relajado decide dar un vuelco a su historia: "Bueno, no es una chica, es un chico, soy gay y no soy fiel, pero no quiero que él se entere".

Javier trabaja en el teatro, en una de esas salas comerciales del centro de la ciudad, y su pareja también. "Nos queremos pero cortamos de vez en cuando y volvemos. Cada tres o cuatro meses tenemos una crisis y nos separamos un tiempo. Cuando estamos juntos no tomamos precauciones, pero cuando cada uno se va por ahí sí. Al menos eso nos decimos. Pero, en el fondo, los dos sabemos que uno puede estar engañando al otro, y por eso sin entrar en demasiadas explicaciones cuando volvemos a estar juntos nos hacemos la prueba para estar seguros", relata. "Cuando uno se va de gira con el teatro le dice al otro: 'Cariño come, duerme y ponte preservativo', pero nunca estamos seguros", añade.

Javier se hizo la prueba en agosto y ayer se la repitió. En este espacio de tiempo ha tenido relaciones fuera de su pareja y sospecha que no ha sido el único. "Mi chico viene mañana a sacarse la sangre, hoy está trabajando".

Cuando cuenta la verdad de su intimidad, se relaja, porque ve que quien le escucha considera su caso normal. "Aquí oímos de todo. Nosotros estamos para ayudar, no para juzgar. Hemos oído a alguien contarnos que tenía en un mes relaciones con 20 personas diferentes y a otra que mantenía tres al día. Y cuando hay tanta exposición el riesgo es mayor", advierte el médico,

La sangre de Javier se pone en la máquina y ésta echa a andar. En 20 minutos habrá veredicto.

"Estoy un poco nervioso. Bueno, en realidad lo estamos los dos", cuenta. "Antes de venir nos hemos tomado un café juntos y nos hemos preguntado: ¿Te imaginas...?". Y añade: "Yo sé que de sida es difícil morirse aquí. Si estás en África es otra cosa. Pero empiezas a pensar en tu pareja, en la familia...".

El 63% de las personas contagiadas del VIH por vía sexual en España ignora que puedan ser positivos, lo que les impide recibir el tratamiento adecuado e infectan, sin saberlo, a otras en sus relaciones sexuales de riesgo. Esos son los últimos datos que maneja el Plan Nacional sobre el sida, que colabora con Madrid Positivo en esta campaña que desde el martes y hasta el 1 de enero se desarrollará en pleno centro de la ciudad bajo el lema No lo dudes. Hazte la prueba.

"Intentamos normalizar estos controles", explica Jorge Gutiérrez, presidente de Madrid Positivo, "que la gente se los haga como se mira el colesterol o la glucosa y, a la vez, dar información a quien tiene dudas sobre algunas prácticas sexuales".

"Si el resultado es positivo es 100% seguro, pero si es negativo hay un margen de error del 2%, por lo que remitimos a la persona a un centro de salud a que se haga la segunda y definitiva prueba", detalla Carlos Cabezón, secretario de la Asociación Madrid Positivo y educador social.

En la ONG se quejan de la poca ayuda que reciben. Este proyecto, que ahora se ha instalado en la plaza de Barceló, no ha contado con el apoyo ni de la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ni del Ayuntamiento. La unidad móvil estará ubicada junto al metro de Tribunal todas las tardes de martes a sábado, de 17.00 a 21.00.

"La prueba es mucho más rápida que la habitual, pues se reduce de 15 días a 20 minutos, y además, es totalmente confidencial y anónima", explica Cabezón. "No se trata de prevenir el virus sino de ralentizarlo. Cuatro de cada 10 personas se enteran cuando ya han desarrollado la enfermedad".

Javier enciende otro cigarrillo y suda por la frente. Falta muy poco para saber el resultado. Si es positivo le recomendarán que se haga una prueba de sangre más completa antes de comenzar un tratamiento con retrovirales. Si es negativo le dejaran marchar, eso sí, recordándole que no debe bajar la guardia a la hora de tomar precauciones.

Javier sale de la furgoneta con una sonrisa. Final feliz para los 20 minutos más largos.