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Alarma en Reus tras el desalojo de dos edificios ante el riesgo de desplome

Un muro de un edificio del casco antiguo cede y origina grietas

Un total de 21 vecinos del centro de Reus (Baix Camp) fueron desalojados la madrugada de ayer ante el riesgo de que fueran a más las grietas causadas en dos inmuebles por una pared que cedió y cuyo revestimiento exterior se desplomó. No hubo heridos, pero fuentes municipales aseguran que los inmuebles han quedado dañados hasta tal punto que, a la espera de los informes técnicos, la posibilidad de que haya que derrumbarlos es manifiesta.

El Ayuntamiento alojó a 11 de los evacuados en un hotel cercano y se aseguró que el resto pasarán la noche con familiares o amigos.

Mientras la mayoría de los desalojados dormían en sus viviendas de los números 4 y 6 del Raval de Robuster, uno de los vecinos fue a la comisaría de la Guardia Urbana. Había oído ruidos en las paredes y temía que el edificio sufriera serios daños. Los agentes se desplazaron al lugar y no tardaron en alertar al arquitecto municipal, que aconsejó el desalojo de las viviendas al advertir que una pared -un muro de la parte posterior que separa el inmueble número 6 de la calle- había cedido. El movimiento causó grietas en este piso y en el colindante, el número 4. Ante esta situación, la policía local de Reus acordonó la zona.

Fuentes municipales explicaron que el movimiento de esta pared podría haber sido producido por el desgaste de una viga. Históricamente, el piso siniestrado ha estado circundado por otros inmuebles y la pared que ha cedido estaba pegada a la de otro edificio, que la protegía de la intemperie.

Pero dicha protección no existe desde que, en la parcela vecina, una empresa constructora derrumbó la vivienda para construir un nuevo bloque, por lo que la humedad ha podido colarse en la vivienda siniestrada hasta desgastar las vigas que sustentan la pared. Otra causa que evalúan los técnicos es el movimiento de tierras que ha comportado la construcción de este nuevo bloque en la parcela colindante. El Ayuntamiento de Reus baraja dos opciones: arreglar, si se puede, la estructura del edificio siniestrado o derrumbarlo.

El inmueble está situado en el Tomb de Ravals, una serie de calles que circundan el centro histórico y que discurren por el trazado de las murallas medievales, que Reus derrumbó en el siglo XVIII para adaptarse al crecimiento de población. La casa siniestrada tiene más de un siglo de antigüedad, no tiene cimientos y ha quedado seriamente dañada a causa del desplazamiento de la pared trasera.

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