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El PSOE reclama a Zapatero un candidato del máximo nivel para la alcaldía de Madrid

Sectores socialistas presionan para que la vicepresidenta De la Vega dé la batalla a Gallardón

Anabel Díez

Los socialistas respetan la decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de llevar con discreción y a su "ritmo político" la elección del candidato a la alcaldía de Madrid, pero la opinión generalizada se inclina por acelerar el proceso al máximo, a ser posible en una o dos semanas. Se trataría de taponar el hueco que esta situación deja al PP para la crítica. También la mayoría se inclina por que el candidato o candidata sea "del máximo nivel".

El proceso de elección del candidato a la alcaldía de Madrid lo va a llevar personalmente el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, junto al secretario de Organización, José Blanco, y el secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas. La experiencia de lo ocurrido con el rechazo de José Bono ha creado tanta frustración que Zapatero se ha propuesto que no se "retransmitan" los encuentros que va a mantener en estos días.

Los socialistas madrileños no ocultan su interés en que haya candidato en un plazo de 10 ó 15 días para tapar el flanco abierto, lo que está siendo aprovechado con nitidez por el PP para ahondar en la crítica.

Lo cierto es que no hay candidato en estos momentos porque se apostaron todas las cartas en Bono, al igual que antes ocurrió con el Alto Representante para la Política Exterior, Javier Solana. En este momento, todos los ojos miran hacia la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

Para muchos interlocutores, el presidente no piensa en nadie de su Gobierno para este cargo, y menos en la vicepresidenta. Hasta hace sólo 15 días, el nombre de Fernández de la Vega como posible candidata no se podía pronunciar ante Zapatero toda vez que había manifestado rotundamente que ella no sería. Ahora, tras el patinazo con Bono, el presidente tendrá que escuchar de muchas voces cualificadas que De la Vega debe ser la cabeza de cartel para enfrentarse a Alberto Ruiz-Gallardón.

Borrell se descarta

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Sí hay unanimidad en que el candidato debe ser de "máximo nivel", después de la talla de los que han dicho que no. "El PP tiene en Madrid a lo mejor de su partido: Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre, por lo que el PSOE también debe apostar por lo mejor". Esta reflexión de dirigentes regionales choca con la realidad de que "los grandes nombres" del PSOE rechazan esta disputa.

Ninguno esgrime la razón de que no hay garantías de éxito, sino que no se ven con la fuerza o las ganas suficientes como para dar esta batalla. Y eso que las encuestas que los dirigentes del PSOE muestran a los aspirantes fallidos son bastante optimistas. El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, ha sido una opción en la que se ha pensado, pero que no se materializará ni siquiera en propuesta, a sabiendas de que no aceptaría la encomienda. En la dirección federal, y por tanto Zapatero, ya se sabe que Borrell no está en disposición de hacer política en Madrid.

El repaso de la lista de "grandes nombres" se agota, según reconocen en fuentes socialistas. Ex ministros y ex ministras van de boca en boca, pero sin ningún fundamento, mientras que la pregunta sobre por qué el presidente del Gobierno nombró a Trinidad Jiménez secretaria de Estado para Latinoamérica antes de tener un candidato fijo sigue sin respuesta para los interlocutores más cualificados. Jiménez hubiera esperado el tiempo necesario, señalan quienes conocen bien a la que ha trabajado durante cuatro años en la oposición madrileña tal y como le pidió Zapatero.

Pero llegados a esta situación, los dirigentes socialistas asumen que ya no caben vetos y que todas las posibilidades deben estar abiertas, incluida la vicepresidenta primera. "Lo curioso es que para muchos la llamada más temida en estos momentos es la del presidente del Gobierno", dicen en tono de broma dirigentes del partido, conscientes de que la frase tiene un fondo de verdad. Muchos saben que no podrán negarse a una orden o petición de Zapatero sobre la candidatura de Madrid, después del reciente fiasco.

Mientras, Blanco encara como puede las ironías del PP. Ayer, en Córdoba, instó a los populares a que "espabilen" y "dejen de frotarse las manos", no vaya a ser que les ocurra, dijo, como en las elecciones generales, las gallegas o las catalanas. Entonces no ganaron por su estrategia "errática" y la actitud "radical" de sus dirigentes, afirmó.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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